Desde hace un tiempo se advierte en Colón un equipo al que le sobra apetito de reivindicación, usina indispensable para construir un futuro mejor. Con muchas virtudes y algunos defectos que supo corregir, ganó otro partido duro ante un rival herido. Y lo ganó bien por 4 a 2 ante este convulcionado Quilmes que venía de ser goleado por River.
Entre los puntos salientes del Sabalero se notó un conjunto predispuesto en los desplazamientos y constante en la movilidad. El equipo luce a partir de un despliegue encomiable y una agresividad posicional determinante para achicar las transiciones y llegar con cierta facilidad al área rival. Es cierto que hay desajustes, pero va al frente, juega con la mente puesta en el arco "enemigo" y eso merece ser reivindicado, aún cuando en el retroceso puede fallar hasta el mismo Conti.
En otra jugada de arco a arco como contra Arsenal, sin tanta elaboración como en la conquista de Alan pero con una gran dinámica y precisión, a los 13´ el rojinegro dejó a Mazurek en posición de nueve quién coronó un letal contragolpe para poner el 1-0.
A los 30 del primer tiempo, Quilmes, que ya había exigido a Broun, metió como un bostezo la pelota en el área visitante y Rescaladani estableció de cabeza la igualdad, ante la pasividad de todo el bloque defensivo visitante (grosero error del Flaco que no saltó)
En el segundo tiempo, Colón esperó en su campo y cuando atacó lastimó, mientras que el Cervecero quedó preso de su ineficacia y las buenas intervenciones de “Fatura”. A los 10´mano-penal que Ledemsa con categoría cambió por gol. Siete minutos después, con Quilmes buscando desesperado, otra vez Ledesma, una de las figuras de los del Barrio Centenario, aprovechó una serie de rebotes para mandarla a guardar y comenzar a sellar el resultado.
Los roles quedaron muy marcados. El dueño de casa obnubilado tirando manotazos alocados… Colón respaldado en su arquero, administrando el balón con criterio y pegando al mentón. El recién ingresado Nicolás Silva recibió sólo y definió cruzado. Tan legítimo como hasta exagerado: impiadoso 4-1.
A diez del final, el árbitro vio mancha de Conti y no dudó en cobrar un penal que parecía adeudarle a los del Sur de algún partido anterior. Rescaldani ejecutó fuerte y bajo para vencer al golero santafesino y achicar la distancia. Así se cerró la historia con seis goles y muchas emociones.
Ganó otra vez Colón. La concreción de un nuevo objetivo estimula y marca el rumbo hacia nuevos desafíos. Este equipo tiene el corazón en su potencial ofensivo, hoy latiendo al compás de Ledesma y Figueroa; pero bombea sangre desde la generosidad y el despliegue de todo un plantel, que también sostiene y consigue resultados por las manos de Broun y la cabeza del DT, Darío Franco. Otro paso al frente. La gloria todavía en zapatillas, pero en el florero ya se lucen un par de triunfos. Es una forma más de ilusionarse, aunque el certamen recién se esté desperezando.
Síntesis :
Quilmes: Walter Benítez; Maximiliano Paredes, Alan Alegre, Juan Celaya y Leonel Bontempo; Adrián Calello y Lucas Pérez Godoy; Matías Morales, Fernando Elizari y Sebastián Romero; Ezequiel Rescaldani. DT: Alfredo Grelak.
Colón: Jorge Broun; Santiago Villafañe, Ismael Benegas, Germán Conti y Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma, Gerónimo Poblete y Víctor Figueroa; Mauricio Sperduti, Franco Mazurek y Diego Lagos. DT: Darío Franco.
Goles en el primer tiempo: 13m. Mazurek (C) y 30m. Rescaldani (Q).
Goles en el segundo tiempo: 10m. Ledesma (C), de tiro penal; 17. Ledesma (C), 26m. Silva (C) y 33m. Rescaldani (Q).
Cambios: segundo tiempo: al comenzar Damián Arce por Romero (Q), 17m. Adrián Bastía por Mazurek (C), 19m. Brian Mansilla por Morales (Q), 22m. Nicolás Silva por Lagos (C), 28m. Daniel Imperiale por Calello (Q) y 37m. Santiago Biglieri por Figueroa (C)
Amonestados: Alegre y Calello en Quilmes; Lagos, Villafañe, Poblete, Conti y Broun en Colón.
Estadio: Centenario de Quilmes.
Arbitro: Fernando Espinoza.