A casi un año de la tragedia por la que le fue amputada la pierna derecha, el jugador de 25 años tuvo su primer entrenamiento con la prótesis que ahora es parte de su cuerpo, y practicó varios ejercicios con balón bajo el arco.

Sin duda conmovió a sus compañeros y contó lo feliz que se siente por motivar a muchas personas con discapacidades físicas: “Sé de la importancia y del ejemplo que soy para las personas. La amputación sólo sacó mi pierna, no la alegría de vivir”.

Follmann tuvo una larga recuperación y meses de ejercicios y pruebas, pero con fuerza de voluntad, fe y coraje aprendió a sobrellevar el último año y volver a las canchas. Reflexionó: “Veo que con una pierna consigo llegar más lejos que con las dos. En casa se iba a pensar si iba a salir bien o no. Lo intenté y me sentí bien, para nuestro asombro”.

Este jueves, el largo proceso le permitió recuperar su sueño de ser futbolista: “Me alegro de volver al césped, recordar un poco el tiempo que se pasó tan rápido. La nostalgia es grande, pero es buena. Creo que estoy en el camino correcto. Si entreno un poquito más, creo que puedo volver con la octava o la novena división”, bromeó luego del entrenamiento en el estadio Arena Condá, en el diario brasileño Globo.

El joven arquero aseguró que valora mucho poder entrenar: “Gane el día, la semana, el mes. Soy un discapacitado físico con orgullo y volver a practicar un deporte es demasiado placentero”. Aunque sabe que no podrá volver a competir profesionalmente, espera que con su prótesis pueda competir en torneos paralímpicos.

Follmann dejó ver como la tragedia marcó un antes y un después en su vida: “Valoro ​​las cosas simples de la vida, cosas que pasan desapercibidas en el día a día. El simple hecho de ir al baño, besar a las personas que amas… Me quedé un período en silla de ruedas y fue difícil, mi sueño era quedar bien, dar pasos, abrazar”.