El gobernador Miguel Lifschitz abrió el año legislativo en la mañana de hoy. Se trató del 136° ciclo de sesiones  y no fue uno más ya que este año vino con un agregado que despertó polémicas. Se trata del proyecto que declara la necesidad de reformar la Constitución provincial y como era de prever ese fue uno de los temas centrales del discurso del mandatario ante sus ministros, legisladores, otros poderes y público en general.

Muchos fueron los temas que se desarrollaron durante todo el discurso, algunos más enérgicos que otros pero toda la atención estaba puesta en la reforma de la Constitución que el gobernador de la provincia acercó a la legislatura para que sea tratado lo antes posible. Si bien se da en un año no gubernamental y se niega que la prioridad sea la reelección del mandatario, desde la oposición afirman que esto se da momentos antes de la elección de los candidatos para que sea aprovada en mayo o principio de junio. 

En este capítulo del discurso el gobernador dijo: "Necesitamos una democracia de proximidad, con mayor participación y compromiso de la ciudadanía en la definición y ejecución de las políticas públicas. Una democracia vibrante y participativa. Una democracia transformadora, reparadora e igualadora".

Luego ante el aplauso del recinto siguió: "Si la democracia se torna aburrida, si no incomoda, sino genera cambios, es porque ha perdido fuerza y entonces, empieza a perder sentido para la gente. La democracia supone reformismo ciudadano.  Vivimos tiempos de reforma. Ser progresista, ser innovador, es ser reformista. Todos los que pasamos por la Universidad Pública somos herederos de la gloriosa Reforma Universitaria, que en junio cumple 100 años. Y nos inspiramos en la fuerza vibrante de su manifiesto liminar. Las reformas necesarias no deben seguir esperando porque la calidad de vida de mucha gente depende de eso. Porque nuestro ecosistema depende de eso. Porque los derechos de las nuevas generaciones dependen de eso. Porque la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres depende de eso. Todo depende de nuestra fuerza y de nuestras convicciones reformistas. 

"Queremos una Reforma de la Constitución para establecer la neutralidad religiosa del Estado, introducir las nuevas instituciones del derecho penal, consagrar nuevos derechos, ampliar derechos sociales y humanos. Incorporar nuevas instancias democráticas y participativas, poner límite a las reelecciones indefinidas, reconocer la autonomía de los municipios y ampliar los periodos de las comunas, eliminar privilegios, una Constitución con más transparencia, más democracia, más derechos y más ecológica y más moderna".

"Con ese objetivo, he presentado un proyecto de ley declarando la necesidad de una reforma parcial de la constitución provincial. Su contenido resume los aportes de especialistas, constitucionalistas, instituciones de la sociedad civil, referentes sociales y políticos más el aporte de cientos de ciudadanos, que a través de las redes dejaron sus sugerencias. Ahora es el turno de la legislatura, es el momento de hacer cambios o agregados. Todo es modificable mientras se mantenga el espíritu de la reforma. Santa Fe merece un debate que esté a la altura de las expectativas que este tema genera".

Para finalizar explicó que "en lo personal, mi problema no es la reelección, mi problema es lograr una Reforma de la Constitución que nos permita decir: nosotros lo hicimos, fuimos capaces, nuestros nietos van a tener derechos y garantías que nosotros no tuvimos. Somos capaces de soñar e imaginar la Santa Fe del siglo XXI y plasmarlo en una Constitución. Ustedes tienen la respuesta. Podemos hacerlo, y vale la pena.