La vida del venezolano que llegó a Santa Fe huyendo de la crisis

Donato tiene 33 años y dejó en su país de origen a su mujer y a su hija de 12 años. Llegó a la ciudad tras dos meses de viaje en el marco de la Copa Sudamericana. Trabaja en un lavadero de autos.

Caminó y viajó por casi dos meses. Atravesó cinco países con la excusa de ver el partido de su equipo contra Colón, pero su sueño es mejorar la situación de sus hijos.

Esto sucedió en marzo, cuando el sabalero se enfrentaba a Zamora en un partido por la Copa Sudamericana. En ese momento fue alojado por hinchas de Colón.

Se trata de Donato Escalante, un venezolano que no sólo llegó a Santa Fe para ver a su equipo sino huyendo de la crisis económica y política de su país.

Allá quedaron su pareja y su hija de 12 años. Donato eligió quedarse a trabajar acá para enviarle dinero todos los meses y de esta manea aliviar las contingencias de la crisis a expensas de la distancia y estar alejado de su familia.

Si bien la situación en Argentina se tornó complicada en materia económica y a causa de la devaluación ahora gira a Venezuela la mitad de dinero que hace unos meses, su sueldo sigue duplicando lo que ganaría en Venezuela. 

El venezolano que vino a dedo y quiere quedarse en Santa Fe

 

 

"Matamos dos pájaros de un solo tiro. Vinimos cuando jugó Colón con Zamora equipo del que soy hincha con otros amigos que se quedaron también en la ciudad. En total somos 16 los que viajamos y que decidimos quedarnos. Salimos en diciembre con la idea firme de quedarnos en este país debido a la situación complicada que está viviendo Venezuela", contó por LT10.

"Llegamos a la ciudad y nos contactamos con la hinchada de Colón y ellos nos ayudaron a conseguir trabajo. Así fue que empecé a trabajar en un lavadero de autos y si bien nuestro sueldo no es fijo es mucho más de lo que podemos ganar en Venezuela. Parte de la plata la usamos para vivir acá y otra parte la enviamos a nuestra familia", dijo el inmigrante. 

Se graduó en Venezuela y por la crisis emigró a Santa Fe

En cuanto a su familia, Donato dijo que además de su esposa e hija en Venezuela también viven sus padres. "Mi hija tiene 12 años y no la veo desde que salí. Trato de mandarle la mayor cantidad de dinero para que puedan vivir de la mejor manera ya que es muy difícil".

Sobre la realidad de Venezuela explico que vivir se hace imposible. "Los que tienen chances se van para buscar un futuro mejor. No es para nada simple tomar la decisión pero a la larga siempre es mejor que estar allá. La inflación en estos momentos es del 1000 % al año. No se vive sino que se supervive. Por dar un ejemplo es como que aquí ganes 10000 pesos al mes y un pollo cuesta 8000. Se entró en el mundo del trueque, se siembra en los patios y si bien el estado reparte alimentos básicos eso no funciona y las cosas se pierden se entregan a dedo y todo se complica".