La empresa concesionaria de la autopista Santa Fe-Rosario encargará una auditoría propia para contraponer los números con los del gobierno provincial, en el marco de reclamos por incumplimientos de las obras que por contrato debía realizar la adjudicataria.
Además, la empresa reclama ahora una deuda de 100 millones de pesos.
El ministro de Infraestructura José Garibay, en diálogo con la prensa, reconoció el pasivo pero aclaró que insistirán en una salida consensuada con la empresa.
Por su parte, la legisladora del PRO, Cesira Arcando, por LT10 remarcó que la actitud de la empresa se basa en el dicho “no hay mejor defensa que un buen ataque” y argumentó que “es un estrategia de la empresa para asustar con la contratación de una auditoría. Si la empresa no incumplió no debería por qué presentar un litigio contra la provincia que pueda perjudicar al pueblo santafesino”.
De todos modos, aclaró que “si existe incumplimiento no sólo hay irresponsabilidad de la empresa sino del gobierno que se olvidó de controlar”.