Sonaba el timbre pero él ni cuenta se daba. Estaba absorto con su botella de plástico, que le servía de pelota, jugando al fútbol en el patio. Cuando salía de su trance y volvía al aula, la seño Silvana le recriminaba: “Dejá de llegar tarde porque Maradona hay uno solo”.
La anécdota es contada entre risas por su maestra de primero, segundo, tercero y cuarto grado, Mónica Dómina. En Todo Pasa, habló con mucho afecto de la personalidad de Messi.
Leé también: Habló el juez que va a casar a Lio y Antonella
“Lionel nunca fue vanidoso, no se mareó con la fama. Desde entonces (por su infancia) ya mostró lo que era. Era un crack infantil y nadie se enteraba porque no dejaba que nadie lo comentara”, recordó, y agregó que sólo lo veía reaccionar de más cuando la mamá llegaba a la escuela con copas o medallas. Él la empujaba para que no las mostrara.
“Se portaba re bien. Era muy dulce, muy tranquilito, muy respetuoso. Muy tímido. No podía hacerlo hablar”, añadió, enternecida.
La seño Mónica no está invitada a la boda. Sí lo están tres amigos de Lio de toda la vida, del barrio, situado en el sur de Rosario. “Ahora es (un lugar) complicado pero en ese momento era de gente obrera, un barrio medio”, graficó. Seguramente, entre esos tres invitados estará el primo de Antonella Roccuzzo, gracias a quien Messi conoció al amor de su vida a sus jóvenes diez años.
La maestra no volvió a verlo, pero tiempo atrás, Lio le mandó un saludo en una servilleta a través de su hija. “La misma persona que conocí es la que sigue siendo”, aseveró, orgullosa.