Todos los días una escuela distinta es "víctima" del accionar de bromistas que llaman para alertar sobre supuestas bombas ubicadas en los edificios. A partir de ahí se despiertan alertas de todo tipo: padres que buscan a sus hijos en la vereda, policía que activa protocolos de seguridad, investigaciones que se abren.
"El Estado santafesino en su conjunto reacciona cuando tenemos un riesgo en un edificio escolar: el sistema judicial, la policía y el sistema educativo", indicó en diálogo con Todo Pasa Juan Cruz Giménez, delegado de la regional cuarta del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe
Además, Juan Cruz Giménez agregó que “en los casos donde se detectó los autores de las amenazas nosotros nos involucramos. Las sanciones pueden llegar a la expulsión de la institución. También, hay casos donde trabajamos con el autor de las amenazas para reparar la situación que se generó”.
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Para el funcionario, "cada llamado para nosotros no es una broma, se toma con celeridad". Es por eso que ante cada supuesta amenaza se ven en la obligación de tomar "total precaución".
No obstante, y según lo reconoce Giménez, "estas cuestiones interrumpen el ciclo educativo de manera constante y deja de ser una situación menor para provocar una alteración en la vida escolar".
¿Qué hacer?
Cada escuela activa protocolos de intervención y resguardo de menores ante estas situaciones. Pero a la par de generan otras acciones paralelas de investigación y, sobre todo, trabajo con las familias o los padres del menor, en el caso de que sea identificado.
"Cuando indentificamos al responsable, por una cuestión legal nos involucramos de manera particular con el Ministerio Público de la Acusación o con la Policía de Investigaciones", dijo Giménez, pero "no es solamente el abordaje dentro de la escuela, sino que también lo trabajamos con el grupo familiar".
Como los responsables en general son menores en edad escolar "no podemos más que llamar la atención y continuar la investigación para que al menos una persona pueda hacerse responsable de que es una situación que no es una broma y que tiene un alcance en el Codigo Penal".
Las sanciones, en todos los casos, dependen del régimen de las escuelas. "La plena sanción es la expulsión y esto también es un problema, porque el alumno tiene que terminar el ciclo educativo, no siempre se resuelve sacándolo de la escuela", dijo Giménez.
"El otro tipo de trabajo es la reparación, es cómo trabaja ese alumno para entender lo que ha provocado su accionar dentro del ciclo educativo", finalizó el funcionario.