La búsqueda de mejores precios ha producido una migración de los consumidores desde los hipermercados hasta los mayoristas.
"Es una tendencia que no para", afirmó el periodista Alfredo Sainz, "Es un signo de la crisis que tiene un antecedente, aunque no se dio con la misma intensidad: lo que pasó en 2001/2002 cuando el mayorista empieza a ser más un jugador en consumo masivo."
"El otro dato fuerte es que hoy el desembolso de la familia que va al mayorista está superando en un 7% lo que gasta en el hipermercado, que históricamente era el lugar de la gran compra mensual de abastecimiento", añadió Sainz.
Además dio cuenta de una paradoja en el consumo: según la AFIP, la recaudación del IVA DGI creció 29,6% en junio, a pesar de que las principales consultoras hablan de una caída del consumo de entre el 4% y el 6%.
"¿Qué dicen algunos analistas y funcionarios del gobierno? Que, en realidad, no está cayendo tanto el consumo sino que hay una migración de los hipermercados a los mayoristas y eso las consultoras no lo miden tanto porque históricamente se enfocan más en las grandes cadenas de supermercados", dijo.
Asimismo, los mayoristas calculan que el 30% de sus ventas corresponden a un consumidor final "con cierto poder adquisitivo, de clase media" y empiezan a idear estrategias para captar también a gente de menores ingresos. Por su parte, los hipermercados empiezan a emular las ventas por bulto de sus competidores en un esfuerzo por no ceder más terreno.