A continuación hacemos un repaso por algunas de sus grandes actuaciones:
Rabinovich, el mal lector
Para rastrear uno de los principales rasgos de lo que hacía brillante a Les Luthiers, el monólogo "del mal lector" o "monólogo mal leído" es de visión obligada. La inteligencia del sketch y el modo en el que Rabinovich verbaliza el texto condujo a que el mismo sea analizado en clases de gramática en la universidad. El encanto de este momento clave de la carrera profesional del humorista es cómo pone al descubierto el desdén de muchos por respetar las normas de puntuación, que conlleva a la mala lectura. Simplemente brillante.
Rabinovich, cantante
Como es sabido, Daniel Rabinovich era, además de músico (tocaba la guitarra y el violín), un subvalorado cantante folclórico. Por lo tanto, cada sketch en el que tenía la posibilidad de lucirse en ese aspecto cobraba vuelo propio. Como ejemplo nos encontramos con "Achicoria", breve instante musical improvisado por Daniel dentro del fragmento La Cantata de Don Rodrigo Díaz de Carrera. Atención a las risas de sus compañeros, Marcos Mundstock y Ernesto Acher, quienes no pueden evitar rendirse ante el magistral uso de Rabinovich de la espontaneidad escnénica.
La gallinita dijo ¡Eureka!
"Ahora, para finalizar este programa, los dejo nuevamente en compañía de Los Honguitos, que les van a enseñar la canción ¡La Gallina dijo Eureka'"adelanta Marcos Mundstock antes de que Rabinovich arranque con el primer verso: "Puso un huevo y dijo ¡Eureka! Pupapúa pupapuá, la gallina cócoroco, la gallina dijo ¡Eureka!". Lo que viene a continuación es un hilarante intercambio entre Rabinovich y Acher sobre interrogantes que aparentemente no resisten una explicación, desde por qué es tan hermoso tener un hijo hasta por qué las rosas florecen, al tiempo que el ida y vuelta se corona con por qué la gallina dice 'Eureka' si no tienen la capacidad de hablar. Desmenuzar la palabra, de eso se trata todo. De eso hacía magia Les Luthiers.
"¿Bochini no juega?"
El siguiente video se explica por sí solo y la intervención de Daniel Rabinovich se produce recién sobre el final del mismo. La frase interrogativa "¿Bochini no juega?" es la parte central del sketch El sendero de Warren Sánchez, en el cual en un determinado momento Mundstock enumera todos los sinónimos de Diablo: "Belcebú, Lucifer, Luzbel, Mefistófeles, Satanás...", ante lo cual Rabinovich retruca con el clásico "¿Bochini no juega?" haciendo estallar a la audiencia.