El equipo de neurobiólogos analizó a 100 voluntarios a los que se los invitó a utilizar varios tipos de videojuegos durante 90 horas.
El equipo encontró que los juegos con armas y disparos pueden aumentar el riesgo de desarrollo de trastornos mentales como la depresión o bien enfermedades como el Alzhéimer.
Por el contrario, los neurobiólogos recalcan que otros videojuegos están asociados con un mejor funcionamiento de los sistemas cognitivos del cerebro, específicamente los que son en 3D.
En concreto, los autores descubrieron que los juegos en los que se emplean armas de fuego causan pérdida de la sustancia gris en el hipocampo, la parte del cerebro relacionada con la memoria y el manejo del espacio.
Los videojuegos de este tipo pueden incluso a llevar a la atrofia de esta estructura cerebral, lo que aumenta el riesgo de padecer desde depresión hasta esquizofrenia o Alzheimer.
Como contrapartida, los juegos en 3D se asociaron con el aumento de la sustancia gris en el hipocampo, que a su vez mejora el funcionamiento de esta parte del cerebro, según señalaron.