El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) celebró este domingo su ingreso al parlamento federal y destacó que, según las primeras proyecciones, se convirtió en la tercera fuerza nacional de la principal potencia económica de la Unión Europea.
Según la proyección hecha por la televisión pública ZDF, Alternativa para Alemania (AfD), la principal fuerza de ultraderecha alemana que propone un programa abiertamente antimigratorio, quedó tercera con un 13% de los votos. Esto significa que por primera vez una fuerza de extrema derecha ingresará al parlamento federal desde 1961.
"Logramos sentarnos en el Bundestag (cámara baja) y vamos a cambiar este país", prometió el líder ultraderechista Alexander Gauland tras conocer las primeras cifras no oficiales, tras el cierre de los centros de votación. "Que se vayan preparando para la que les espera", continuó el dirigente, que repitió su gran promesa de campaña: "Vamos a recuperar nuestro país y a nuestra gente".
Durante la campaña Merkel había adelantado que "jamás" hará una alianza con la extrema derecha, por lo que no hay posibilidad de que la AfD se sume a la coalición que forme la canciller para asumir su cuarto mandato. No obstante, la fuerza de extrema derecha tampoco se convertirá en el principal partido de la oposición.
Merkel: "Esperábamos un resultado un poco mejor"
Rodeada de la primera plana de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Merkel celebró su nueva victoria en la sede de la fuerza en Berlín, prometió "recuperar" el electorado perdido a manos de la ultraderecha.
La canciller alemana celebró este domingo "el encargo de formar gobierno" que recibió en las urnas, pero reconoció que su partido conservador esperaba "un resultado un poco mejor", luego que las proyecciones iniciales le dieran la primera minoría del parlamento federal con un 33,5%, lejos de la mayoría que necesita para gobernar sola.
Por un lado, los socialdemócratas, sus socios en el primer y tercer mandato, ya anunciaron este domingoy que no volverán a formar coalición con Merkel y que, dado que quedaron segundos con un 21% de los votos, pasarán a liderar la oposición.
Este anuncio parece responder a una estrategia para evitar que la extrema derecha, que quedó tercera con un 13% de los votos, no se convierta en la principal fuerza de la oposición, un rol con peso institucional en el parlamento federal alemán.
Por otro lado, a Merkel no le alcanzará una alianza sólo con sus socios liberales del FDP, con lo que compartió gobierno entre 2009 y 2013. Esta fuerza quedó cuarta con un 10%, siempre según las primeras proyecciones no oficiales. Por lo tanto, y dado que la canciller ya descartó en campaña una alianza con La Izquierda o con la extrema derecha, su única opción para formar una coalición con mayoría en el parlamento es unirse con los liberales y también con Los Verdes, una coalición con una amplitud ideológica hasta ahora inédita.