Yo siempre fui la "GORDA RUIZ" no tenía otro sobrenombre en la escuela, durante los siete años de primaria y los cinco de la secundaria mi sobrepeso, en aumento, fue la primer característica de mi persona y así crecí.
En esa época, las burlas cara a cara eran las mismas que ahora, a mi también me pusieron la traba y me gritaron terremoto; a mi también me dejaban sola y no me invitaban a jugar por que les daba vergüenza y a mi también ese chico que les gustaba a todas me gustó, pero mira si me iba a querer "no era normal, era obesa".
Durante años, tíos, abuelos, primos y algún que otro interesado en opinar sobre la vida del resto en su saludo siempre incluyó el "estás más gorda" "si seguís así nunca vas a encontrar novio" después o antes del "hola como estas?.
Mi mamá y mi papá siempre se preocupaban por llevarme a los médicos adecuados; que se debatieron sobre mi vida pero ayudaron poco; para algunos "era sanita y con el tiempo lo gordo se me quitaría" para otros "era irreversible porque la genética es asi". SIEMPRE LUCHE CON ESTO
Hoy con 32 años, sigo igual, pero aprendí a pedir ayuda en los lugares correctos, la lucha que llevo es distinta y hasta a muchas situaciones aprendí a tomarlas con humor. Si miro a mi alrededor hoy tengo a mi lado una persona que me quiere, y amigos que me valoran más allá de los kilos de más; pero no puedo olvidarme de todos los años en que LA GORDA RUIZ, cruel, solitaria y sobretodo fea me acompañó y que de vez en cuando vuelve con todas sus fuerzas y discrimina al resto sin pensar en lo que sufrió.
Sobre mi obesidad, hoy aprendí que también tiene relación con la psicología y que es muy difícil el cambio pero que de a poco los hábitos se pueden modificar amuchos les costará menos que a otros; aprendí que es una enfermedad y que uno canaliza muchas cosas en la comida, que no es una excusa, sino algo que no se puede manejar.
Sobre la sociedad y las relaciones humanas hoy aprendí que es importante difundirlo y repudiarlo, que la educación también empieza por casa, y no tratando de evitar con dietas estrictas que tu hija/o sea flaco sino enseñándoles que hay cuerpos y seres diferentes físicamente pero que todos los corazones laten de la misma manera. No sigamos contaminando niños y repitiendo historias, enseñemosles a jugar y disfrutar y no a esconderse y humillar.
Y a vos pequeñita o pequeñito que estés pasando por esto, te digo que pidas ayuda, que lo cuentes y que no ocultes; que por más que duela no hagas lo mismo por que sos tan fuerte como ellos, tan lindo como ellos y tan luminoso como todos.