Existen ciertas partes del cuerpo que nos hacen únicos/as e irrepetibles. A las ya conocidas huellas dactilares –que quedan marcadas con tinta a la hora de confeccionar el DNI y que ya en el año 300 a.C. eran implementadas en China– se suman otras características físicas que manifiestan nuestra unicidad.
¿Ya las descubriste? A ver vayamos por parte:
- Las orejas, por ejemplo, en cada persona tienen curvas y crestas bastante singulares. El patrón general de las crestas de nuestros oídos se mantiene igual pese a la edad, a diferencia de las huellas dactilares, según una investigación de la Universidad de Southampton.
- El iris es la membrana coloreada y circular del ojo que separa la cámara anterior de la cámara posterior. Posee una abertura central de tamaño variable que comunica las dos cámaras llamada pupila. Su función principal es controlar la cantidad de luz que penetra en el ojo. La exploración del iris es útil porque mientras "la coloración y la estructura del iris podría tener lazos genéticos con nuestros parientes, los detalles del patrón no lo son", informa el portal 20Minutos (que cita informes del FBI)
- La lengua también forma parte de nuestra unicidad. Un informe en la revista Advances in Biometrics sugiere que el órgano puede ser una herramienta útil para la identificación de personas ya que es "única para cada persona en su forma y en sus texturas superficiales". Además, su forma no cambia y casi permanece igual durante toda la vida.