A poco tiempo de iniciarse el juicio por el femicidio de Micaela Ortega, una nena de 12 años que fue asesinada en mayo de 2016 tras ser engañada por las redes sociales, la Justicia dictó cadena perpetua para Jonathan Luna.
El hombre fue condenado ayer por homicidio triplemente calificado por violencia de género, alevosía y para ocultar otro delito, además de acoso sexual tecnológico y robo, en lo que fue el primer caso de grooming seguido de muerte.
Para que la Justicia llegue a Luna, fue primero necesario que la red social facebook aporte la clave de la cuenta de la adolescente. Con ese dato, se accedió a las conversaciones de Micaela y una llamó particularmente la atención: un usuario con nombre "La Rochi de River", pactó un encuentro con la menor aprovechando una pelea familiar. Quien se escondía detrás de esa cuenta de facebook apócrifa era Luna, que la engañó y la mató.
A través de LT10, Mabel Christensen, integrante de la ONG "Mamá en línea", una organización que tiene como finalidad lograr la prohibición de juegos que son usados para engañar niños y luego abusar de ellos, brindó los lineamientos de cómo cuidar a los menores y su relación con las redes sociales. "Es muy facil dejar a los chicos con la tecnología, pero no se dan cuenta de que les entregan un arma que es peligrosa si no tiene un lìmite", dijo Christensen.
Además, la referente de la organización aseveró que para evitar estas situaciones de abuso virtual hay que fomentar el diàlogo entre padres e hijos. "Si se da una situaciòn inusual en la red, es importante que los chicos puedan hablar con tus padres. La primera medida que toman los abusadores para ganar la confianza de los chicos es enfrentarlos con sus padres, decirles que son el enemigo".
La Ley de Grooming sancionada el 13 de noviembre de 2013, tipifica que sea penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.