La sede del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe concitaba desde las 8,30 de esta mañana un enorme interés. Y no era para menos, ya que para esa hora estaba prevista la postergada audiencia donde se le informaría al jefe de la Policía del departamento Castellanos, Adrián Rodríguez, por qué motivos fue detenido el pasado 10 de octubre.
Allí estaban el imputado, su abogado defensor, el fiscal Roberto Apullán y los medios de prensa locales. No sólo porque se trata de un jefe policial supuestamente involucrado en un caso de cohecho, sino porque la misma audiencia imputativa ya había suspendida en dos ocasiones por motivos que generaron inevitables suspicacias.
Se supone que Rodríguez pudo haber tenido alguna partipación en el posible delito de cohecho dentro de las evaluaciones para ascensos de jefes policiales. Un proceso que, más allá de este caso puntual que ahora se investiga, se encuentra congelado por parte del gobierno.
Después de dos suspensiones, hoy se iba a realizar, supuestamente, la audiencia imputativa al ex jefe de la policía Adrián Rodríguez, llevada adelante por el fiscal Roberto Apullán.
Bien temprano, a través de LT10, el abogado defensor Romeo Díaz Duarte había adelatado que Rodríguez estaba dispuesto a responder todas las preguntas.
Sin embargo, al ingresar a la sala de audiencias se produjo una sorpresa inesperada: allí no sólo se notificó a los presentes que la imputativa no se realizaría y que ni siquera existe una fecha prevista, sino que Apullán había dejado desde hacía tiempo de ser el fiscal del caso, ya que la causa pasó a manos de una nueva unidad destinada a investigar delitos complejos.
Entonces las preguntas -y las dudas- comenzaron a multiplicarse: ¿quién convocó a una audiencia que jamás se realizaría?, ¿acaso Apullán no sabía que ya no tenía ingerencia en este caso?, ¿cuáles son los motivos por lo que se detiene a un jefe policial, se lo libera y no se le dice en audiencia pública qué cargos pesan sobre él?
Todo parece indicar que Apullán convocó a esta audiencia, a pesar de haber sido notificado previamente de que la causa ya no estaba en sus manos.
Frente a esta situación confusa, el fiscal regional Carlos Arietti -jefe de Apullán- llamó a una conferencia de prensa: "Técnicamente no hubo una audiencia, porque no hubo convocatoria porque el fiscal no estaba a cargo".
Es que Apullán no aparece en la nómina de integrantes de esta unidad de Delitos Complejos. "Hace quince días que los fiscales ya están redistribuyendo sus causas", dijo Arietti, lo que puede interpretarse como que Apullán estaba al tanto de la situación pero, a pesar de todo, convocó a esta frustrada audiencia.
Arietti también dijo que Rodríguez podría quedar imputado por el delito de "omisión de denuncia", y no por "cohecho pasivo".
Lo cierto es que este caso quedó ahora inevitablemente envuelto en un halo de dudas e incertidumbre. Mucho más, cuando en su momento este jefe policial fue detenido en la mismísima Jefatura de Rafaela, mientras se allanaban sus oficinas y también su domicilio particular.
En este enrarecido contexto, se multiplican las versiones y rumores. Entre ellos, uno relacionado con la posible existencia de un audio que podría involucrar a otras personas influyentes en los mismos hechos por los que Rodríguez es investigado.
Un dato más: el policía que fue detenido, liberado y a quien aún no le dicen por qué lo investigan, sigue siendo el jefe de la Unidar Regional V, del departamento Castellanos.