El propietario del (ya cerrado) bar Místico fue condenado en el fuero provincial por haber facilitado las instalaciones y los medios para el ejercicio de la prostitución.
Se trata de Juan Carlos Cisneros, quien deberá purgar una pena de cuatro años de prisión efectiva. Su caso fue muy similar al de Guillermo Poch, dueño de El Stud. La sentencia estuvo a cargo de la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Susana Luna, la cual homologó, el pasado 28 de diciembre, el acuerdo celebrado el 13 de diciembre entre el fiscal que instruyó la causa, Omar De Pedro y el abogado particular del imputado, Néstor Oroño.
"Pelusa" permanece detenido desde las primeras horas del 11 de agosto en el marco de una investigación de oficio iniciada por la Agencia de Investigación sobre Trata de Personas dependiente del gobierno provincial.
La causa
Los cargos contra Cisneros fueron en base a la situación de ciertas prostitutas y bailarinas que recurrían al espacio. Según la Fiscalía, las mismas eran convocadas por el mismo propietario. Algunas sólo bailaban, mientras que otras llegaban al lugar con el fin de conseguir prostituyentes por medio de la venta de copas.
Cuando un “cliente” accedía a ir hacia un hotel de la zona, salía con la mujer y al momento de llegar a la puerta se le entregaba un pase de salida. Para los funcionarios del MPA, esas acciones evidenciaban el delito de promoción y facilitamiento de la prostitución. Además, se encontraron preservativos en un reservado del bar y un cuaderno de color rojo con los nombres de las mujeres que se prostituían.
Cisneros siempre argumentó que las mujeres llegaban al local de San Martín al 2700 con el fin de trabajar. "Yo les doy la posibilidad de bailar, no les exijo nada. Si quieren bailar con el traje, bailen, si quieren desnudarse, desnúdense", dijo en su declaración al juez Héctor Candioti.
La condena se da en momentos en que la Justicia Federal impulsa la causa que busca establecer el paradero de Natalia Acosta, la joven que el 29 de mayo del 2009 desapareció de la esquina en donde se prostituía, en 25 de Mayo y Suipacha. Los investigadores federales sindicaron a un supuesto relacionista público de Místico, Osvaldo Cerri, como quien captó a Acosta para que se prostituya en el local de la peatonal santafesina.