Norma Carrel y Sandra Vázquez (madre e hija) recibieron años atrás a una nena de un año y la contuvieron por casi dos. El 20 de octubre de 2014 debieron restituirla a la Subsecretaría de Niñez, que la llevó a Casa Cuna porque tenía tres hermanos allí.
Por LT10, Sandra contó que en el tiempo que estuvieron con la menor “nunca se cortó el vínculo” con ellos y manifestó su desacuerdo con la reinstitucionalización.
“Fue algo espantoso lo que vivimos. Tanto nosotros como familia, como ella. Todo el trastorno de ser sacada de su familia y después volver a pasar lo mismo para que hoy haga tres años que esté institucionalizada. Su situación legal no se resolvió. ¿Qué más tienen que esperar? El 1º de febrero va a cumplir seis años”, dijo, desgarrada.
Contrato incumplido
Sandra aseguró que en el contrato del programa Familias Solidarias que firmaron ella y sus padres, figuraba que en seis meses la Subsecretaría debía resolver la situación legal de la pequeña. “O volvía con su familia de origen o pasaba a adoptabilidad. En este caso se extendieron y no se resolvió su situación. Es una burla”, se quejó.
Pero además, el documento legal –siempre según la versión de Sandra—establecía que la nena no podía volver a ser institucionalizada, como lo fue. “No cumplen con nada”, expresó.
Despojados
“El lunes (20 de octubre de 2014) se la entregó como si nada, como si fuera un paquete. Se la dejó en Casa Cuna sin nada”, relató, y agregó que al día siguiente sus padres se presentaron y no les abrieron las puertas. “Desde el martes 21 de octubre (de 2014) pasaron a ser extraños”.
Así, tuvieron que acudir a una jueza para poder visitar a la nena. Pasaron las fiestas sin verla y a tres meses del pedido lograron dos horas por semana con ella. Y ahora, volvió la nada, porque la Subsecretaría no volvió a presentarse a los encuentros.
Pero quizás lo peor de todo es el retroceso en el desarrollo que sufrió la pequeña al ser reinstitucionalizada. Como ejemplo, Sandra cuenta: “Cuando la devolvimos había dejado los pañales. A la semana en Casa Cuna volvió a los pañales”.
Sandra cuestiona fuertemente a la Subsecretaría de la Niñez. “Cambiaron los nombres pero siguen teniendo las mismas medidas. No piensan en los chicos”, sostiene. Y por supuesto, ni ella ni sus padres tienen ninguna intención de volver a formar parte del programa Familias Solidarias.