El gobernador Miguel Lifschitz encabezó este viernes en Rosario el acto "Santa Fe, una provincia en marcha", que contó con una concurrencia de 3.500 personas, ante las cuales repasó el programa de obra pública y anticipó los planes para los próximos dos años.
En ese contexto, dijo que el año 2019 es “un punto de llegada y a la vez un punto de partida”, e insistió con su intención de modificar la Carta Magna Provincial.
“En Santa Fe hay tres reformas pendientes: la política, la del Estado y la constitucional”, comenzó, y con respecto a esa última, se refirió a algunos de los aspectos que pretende modificar: “establecer la neutralidad religiosa del Estado, introducir las nuevas instituciones del Derecho Penal, reconocer la autonomía de los municipios y ampliar los períodos de las comunas”.
Además, el gobernador postuló la necesidad de “poner límite a las reelecciones indefinidas” y “eliminar privilegios”, y más adelante, fue tajante: “Que la oposición no ponga como excusa la reelección del gobernador (para no reformar la Constitución). Si ese el problema, se resuelve fácilmente, con una cláusula transitoria que lo impida".
De esa forma, Lifschitz salió al cruce, de forma pública y sin titubeos, de quienes aseguran que su busca por modificar la Carta Magna está directamente vinculada a su aspiración a un segundo mandato.