De los resultados de las pruebas Aprender no sólo se sacaron resultados relacionados a la facilidad de los estudiantes para resolver problemas matemáticos o el nivel de comprensión de textos. También se desprendieron números que tienen que ver con una preocupación social en aumento: el bulliyng.
Según los resultados, seis de cada diez chicos dicen haber visto situaciones de discriminación entre los alumnos por alguna característica personal o familiar del estudiante, ya sea por religión, orientación sexual, nacionalidad, etnia o característica física.
Esta misma pregunta fue formulada a los alumnos de la primaria, de la secundaria y a los directores de escuelas medias. Todos los casos rondan el 60% el porcentaje de chicos, o adultos, que percibe las situaciones de discriminación. El 12% de los secundarios dijo que lo observa siempre, el 18% que la mayoría de las veces y el 33% que algunas veces. Solo el 37% afirmó que no percibe discriminación. En la primaria, las cifras son similares. En el caso de los directores, solo el 38% dijo que nunca hay discriminación.
En función de estas cifras, en Al Derecho y Al Revés, la psicopedagoga y directora de la Asociación Libres de Bullying, Maria Zysman dio sus impresiones de dichos resultados.
En primera instancia aseguró que no le “sorprende el resultado, pero si que se esté evaluando. Lo que aparece permanentemente es el gesto discriminatorio mas allá de que se llegue al bulliyng”.
Según la profesional, “en las pruebas se observa que los chicos permanentemente ven cómo se hostiga y discrimina a los compañeros. A partir de esto hay que hacer algo más” enfocado en tomarlo en consideración y trabajar sobre esto.
En palabras de Zysman, “el bulliyng prospera cuando hay un grupo de espectadores que festeja esa conducta, ya sea por distintos motivos: miedo, burla, aburrimiento”.
Las redes sociales también tienen su fuerte impacto en este tema. Allí las cosas aparecen en cuestión de minutos y se viraliza con gran velocidad. Esto se debe a que los chicos buscan en las redes ser vistos, ser populares. “Muchas veces se hacen cosas que no están bien, pero es más importante sumar seguidores y no quedar fuera de la movida de los compañeros. No miden las consecuencias, porque un papelón en la red es algo muy difícil de dejar atrás”, aseguró la psicopedagoga.
Lo importante es actuar ante el primer gesto burlón o discriminatorio, y no esperar. También asegura que es importante no poner inmediatamente el cartel de bulliyng, sino “tomar el toro por las astas ante el primer indicio”.
“Hay que dejar en claro que no aceptamos ningún tipo de gesto discriminatorio”, y sumar a los padres en todo tipo de iniciativas, trabajar en conjunto entre la institución educativa y las familias.
Un claro ejemplo del gran accionar es el caso de un colegio en Gualeguay donde un grupo de compañeros se vistieron de una manera muy particular en repudio a la burla de otros para con una compañera.
Gualeguay: se rieron de los pantalones de una compañera
El miércoles pasado, casi 700 alumnos de la escuela Normal de Gualeguay realizaron una masiva protesta y jornada de concientización contra el Bullying. La mayoría de los chicos de entre 13 y 17 años se solidarizaron con una compañera que fue agraviada en las redes sociales por su forma de vestirse.
Todo se inició con una burla en las redes sociales contra una alumna de 15 años que este martes a la mañana decidió ir a la escuela con los conocidos pantalones a cuadritos, similares a un pijama.
La joven apareció en una foto en las redes sociales, publicada por una alumna de cuarto año, donde la destrató y descalificó.
Rápidamente se viralizaron las críticas de un pequeño grupo de menores. Pero con la misma velocidad, llegó la respuesta inmediata del resto de la comunidad educativa de la escuela Normal.
Enterados de la situación, los alumnos más grandes del turno mañana, que asisten al quinto y sexto año, junto a los referentes del centro de estudiantes, decidieron poner un límite a las discriminaciones de las que a diario son parte. En esta oportunidad, tomaron varias resoluciones contando con el visto bueno de las autoridades escolares.
En repudio, asistieron todos vestidos con los pantalones a cuadritos y se convocaron, en los recreos, para hablar, concientizar y reflexionar sobre el Bullying.
Para pensar, se les permitió por parte de los docentes utilizar los equipos de sonido para que el mensaje llegara fuerte y claro, incluso hubo padres que se enteraron y sorprendieron por el alto nivel de madurez en las argumentaciones que se escucharon por parte de los adolescentes.
Además, los alumnos que decidieron llevar un mensaje claro contra la discriminación, leyeron una carta que reflejó el estado de ánimo de la gran mayoría de los adolescentes.