El empresario de la música tropical, Raúl “Beto” Basimiani, fue condenado este miércoles a 13 años de prisión por “manejar” el negocio de la droga desde la cárcel de Coronda, donde está detenido por otra causa de narcotráfico. El Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe lo encontró culpable del delito de “organizador del comercio de estupefacientes agravado” por el empleo de menores de edad. En tanto su pareja, Angélica González, fue condenada a 6 años y medio de cárcel.
“La de ayer es la condena más alta dictada en la justicia federal por narcotráfico”, aseguró el fiscal del TOF, Martín Suárez Faisal, al programa El Cuarto Poder. Además, recordó que esta es la segunda condena de Basimiani, que se suma a la anterior (de 2015), por lo cual, la pena unificada es de 18 años de prisión efectiva.
Desde la cárcel
Suárez Faisal recordó que esta investigación comenzó en agosto de 2016 como un desprendimiento de otra causa por narcotráfico que se estaba llevando adelante en Villa Constitución. Las escuchas telefónicas llevaron las pesquisas al Instituto Correccional Modelo Nº1 de Coronda, donde se encontraba detenido Basimiani por vender drogas en Santa Fe. “Se detectó que una de las personas investigadas compraba la droga a esta persona (Basimiani)”, contó.
A partir de ese momento, el juez federal de Rosario que encabezaba la investigación narco en Villa Constitución derivó las actuaciones a la justicia federal santafesina y el fiscal federal Walter Rodríguez pidió nuevas intervenciones telefónicas. Dos meses después se allanó la celda del empresario tropical, a quien se le secuestraron dos chips de celulares; y se allanaron dos domicilios ligados a su familia, de donde también se incautaron elementos que terminaron sirviendo de prueba para el juicio oral que finalizó ayer.
Desde su celda, Basimiani regenteaba el negocio de la droga minorista en la capital santafesina, en la vecina ciudad de Paraná, en el sur provincial y hasta tenía contactos en el exterior, ya que programaba el ingreso de estupefacientes por vía aérea, según indicó Suárez Faisal.
Las llamadas
El fiscal del TOF se preguntó cómo hizo Basimiani desde su lugar de detención para tener tantas comunicaciones telefónicas que le permitieron tener “activo” el negocio narco en la zona.
“La responsabilidad de los celulares es del Servicio Penitenciario. El fiscal (Rodríguez) elevó los antecedentes para que haya una investigación interna sobre lo sucedido. Las escuchas telefónicas fueron muy numerosas en esos dos meses de investigación, ¿cómo tuvo acceso a tantas comunicaciones?”, dijo Suárez Faisal.