Este sábado, José María Arancedo presidió su última misa como arzobispo de Santa Fe, en el marco de la Solemnidad del Corpus Christi. El próximo 9 de junio asumirá en su lugar Sergio Fenoy.
En su homilía, Arancedo dedicó los últimos párrafos para referirse a su sucesor, pero comenzó hablando sobre la despenalización del aborto que se debate en el Congreso y en el país todo.
"En este día en que celebramos el don de la Eucaristía como camino de vida, siento la necesidad y la responsabilidad de elevar mi palabra y oración por los momentos que vive nuestra Patria respecto al tema de la despenalización del aborto. No podemos hablar y celebrar la vida, y proponer la muerte del que aún no ha nacido", dijo.
Y en la misma línea, enfatizó: "Hago mías las palabras de Francisco, cuando nos dice: «La defensa del inocente que no ha nacido, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada» (G.E 101). Esta reflexión la hago oración junto a Jesús Eucaristía".
Luego, se refirió a Sergio Fenoy. "Nos disponemos a recibir el próximo sábado 9 de junio a nuestro nuevo pastor. Es un momento teológica y eclesialmente muy importante que nos habla de la sucesión apostólica en la historia de nuestra iglesia. Vamos a recibir con gozo y esperanza a quien, por el ministerio del Santo Padre, ha sido llamado a presidir nuestra arquidiócesis. Desde esta celebración quiero darle, junto a ustedes, nuestra cordial bienvenida y comprometer nuestra oración por él. Los invito a recibirlo y a ofrecerle nuestra disponibilidad para seguir trabajando en la obra del Señor. Digamos con la certeza, la alegría y la confianza de la fe: «Bendito el que viene en el nombre del Señor»", dijo Arancedo.
Y concluyó su homilía con el siguiente mensaje: "Que María Santísima, Nuestra Señora de Guadalupe, a quién el nuevo obispo le tiene una particular devoción, que lo ha llevado a elegir su Santuario Basílica para iniciar el ministerio episcopal en nuestra arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, lo acompañe con su amor de Madre. Que nuestra fe, en Jesús Eucaristía, nos lleve a renovar nuestra vida cristiana y a fortalecer nuestra presencia comprometida en nuestras comunidades eclesiales. Amén".