Con un final dramático, la "ola verde" logró hoy abrirse paso en la Cámara de Diputados y obtuvo la media sanción del proyecto de despenalización del aborto, por lo que ahora seguirá su camino hacia el Senado.
Luego de una sesión maratónica de casi 23 horas, se procedió a la votación que arrojó 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.
Como en un "thriller" de suspenso, el "score" tuvo muchas oscilaciones a lo largo de la jornada, en función de cómo se iban revelando los votos de los indecisos, pero bien entrada la madrugada se había consolidado una ventaja a favor del "no" que parecía indescontable.
Fue luego de que cerca de las 4:00 de la madrugada uno de los indecisos, Facundo Garretón (PRO), quien había amagado con votar a favor, anunció que lo haría en contra.
El legislador tucumano fundamentó su voto negativo en el resultado de una encuesta online que él mismo había lanzado días atrás, y en la que, según precisó, se desprendió que "la gran mayoría de los tucumanos está en contra de la despenalización".
La percepción de inminente derrota se hizo aún más palpable cuando se conoció que los diputados del Frente para la Victoria- PJ Inés Lotto y Gustavo Fernández Patri también le darían la espalda a la iniciativa, a contramano de la postura mayoritaria de su bloque.
Cuando el ánimo del sector favorable a la iniciativa estaba por el piso, y nada hacía presagiar un buen destino, llegó la remontada épica desde La Pampa: un tuit "salvador" de Sergio Ziliotto (Justicialista) informó que sus compañeros de ruta y coprovincianos Ariel Rauschenberger y Melina Delú, quienes iban a votar negativamente, cambiaron de postura.
A partir de allí la euforia se adueñó del Congreso y la ansiedad llegó a niveles exhorbitantes cuando comenzaron los discursos de cierre.
Con vehemencia, la macrista Silvia Lospennato, ferviente militante del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho Al Aborto Legal, Seguro y Gratuito invitó al pleno de la Cámara a "no mirar para el costado" acerca de las consecuencias de los abortos clandestinos.
Luego tomaron la palabra sus compañeros de ruta en Cambiemos Horacio Goicoechea (UCR) y Marcela Campagnoli (Coalición Cívica), ambos en contra de la iniciativa, pero el resultado ya estaba sentenciado.
A favor
Al tomar la palabra en el recinto, el diputado de Cambiemos Daniel Lipovetzky (PRO), quien coordinó las audiencias públicas en su calidad de presidente de la Comisión de Legislación General, sostuvo que "no hay ningún artículo de la Constitución que prohíba la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo" y, en respuesta a los grupos autodenomnados "pro vida", agregó: "Nadie legisla por la muerte, todos legislamos por la vida. No se trata de salvar las dos vidas, se trata de salvar miles de vidas".
Su compañera de interbloque Brenda Austin (UCR) sostuvo a su turno que "la evidencia muestra que la criminalización fracasó, no evita que las mujeres aborten, por el contrario, agrava el problema" y remarcó el ejemplo de que "países más desarrollados que han logrado bajar las tasas de abortos".
Daniel Filmus, del Frente para la Victoria, comparó el tratamiento de este tema con otros que se han dado en el pasado y expresó: "Miro la cara de los que votaron contra la Ley de Educación Sexual Integral y hoy se llenan la boca hablando de educación sexual. En ese momento decían que solo los padres podían dar educación sexual", reprochó.
Para Filmus, lo que se discute en el Congreso no es "si en la Argentina va a haber interrupción involuntaria del embarazo" sino "cuando" eso "va a ocurrir" porque "tarde o temprano va a ser legal en la Argentina".
"Tuvimos 3.030 casos a partir de la democracia, si esto ocurre y nosotros hoy decimos que no, tendremos que volver a discutirlo en dos años y tendremos 164 mujeres muertas", calculó el ex ministro de Educación y Ciencia, que también estimó una cantidad de "954 internaciones por complicaciones en abortos clandestinos".
"El momento es ahora, ha habido un gran movimiento de mujeres, los países con mayor grado de desarrollo ya han avanzado en ese sentido y no son asesinos", concluyó.
Por su parte, la diputada de Libres del Sur Victoria Donda intentó refutar a quienes sostienen que el aborto consiste en eliminar una vida y afirmó que "en un Estado de derecho los derechos humanos son progresivos", tras lo cual agregó: "Si esto es tan claro, tan cristalino en los tratados internacionales, ¿por qué es tan difícil sancionar esta ley?".
En tanto, Fernando Iglesias (PRO) Fernando Iglesias se preguntó "de qué liberalismo queremos hablar si una parte quiere obligar a la otra a un embarazo forzado".
"Como militantes tenemos que saber interpretar a las nuevas generaciones, a los jóvenes de la Argentina que están en la calle", señaló el vicepresidente del bloque FpV-PJ, Fernando Espinoza.
En contra
La porteña Carmen Polledo, presidenta de la Comisión de Salud y referente del sector de Cambiemos que se opone a la legalización, afirmó que "hay vida desde el momento de la concepción" y agregó: "El embrión no es un órgano de la madre. No hay libertad de elección si no hay vida. Si nos equivocamos con esta ley, el daño va a ser irreparable".
Por su parte, Carla Pitiot, del Frente Renovador, consideró que "no es una ley inocua, es una ley que nos define" como sociedad y, al referirse al argumento de que la legalización evitará las muertes de las mujeres de menores recursos en abortos clandestinos, señaló: "No escuché el clamor de las mujeres pobres en este Congreso".
Ivana Bianchi, del bloque puntano Unidad Justicialista, expresó que con el aborto "lo que se va a destruir es una vida de un ser totalmente indefenso" y agregó: "Las muertes maternas no se solucionan con la disminución de los comensales, sino con la multiplicación del pan".
A su turno, el sanjuanino José Luis Gioja, del FpV-PJ, manifestó: "Es una ley contradictoria, otorga derechos y después quita. El que está concebido para nacer tiene que nacer, no he visto ningún ser en la naturaleza que quiera que su hijo se muera en el vientre".