La cárcel de Las Flores se llenó de humo. Más de 60 presos estaban quemando colchones, atrincherados en el pabellón 4 del penal.
Los disturbios arrancaron cerca de las 17 y tuvieron que acudir los bomberos para colaborar con el personal penitenciario y lograr que los internos depongan su actitud.
La quema de colchones, frazadas y otros elementos contribuyó a que la situación se torne densa entre los presos que no querían ceder y la policía que intentaba frenar el motín. Además, algunos de los internos rompieron varias puertas del pabellón.
Los oficiales y bomberos organizaron un operativo fuera del penal para evitar alguna fuga, cercando gran parte de la unidad penitenciaria, mientras que en el interior intentaban controlar la situación para que los presos terminen con el motín.
Las causas puntuales hasta el momento no trascendieron pero fuentes penitenciarias indicaron que algunos presos habían solicitado permisos especiales para salir y se los negaron.