Venezuela es uno de los países que tiene el tesoro más preciado bajo tierra. La mayor reserva de petróleo comprobada del mundo. Parece inconcebible pensar la dura crisis que atraviesa por estos días con serios problemas económicos, políticos y sociales. Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la alteración social, política y económica generó un éxodo que obligó a emigrar a 1,6 millones de venezolanos.
Daniela Salcedo nació en Venezuela, tiene 24 años y emigró a nuestro país. Es Licenciada en Comunicación y, como contó a los micrófonos de LT10 y El Cuarto Poder, se graduó el lunes pasado y el martes ya estaba en la Argentina. “Terminé mi tesina y no esperé ni la entrega de mi diploma que será en noviembre", dijo la joven que llegó a Santa Fe para probar suerte y construir su futuro.
Al ser consultada por cuál fue la razón principal que la movilizó a dejar a sus seres queridos y elegir otro país para vivir, Salcedo explicó que “es difícil poder seguir viviendo cuando las necesidades básicas no están satisfechas”. Por otro lado explicó que lo que se vive hoy en el país que maneja Nicolás Maduro es una "ruptura acérrima de la cotidianidad tras la crisis política, económica y social”. Siguiendo con este tema explicó que “es imposible planificar el día de una persona. Por ejemplo, la semana pasada hubo un gran apagón que dejó sin luz a toda la ciudad. Esto hace que no funcione el trasporte, que la gente tenga que regresar a sus casas caminando y por otro lado, esta falta de luz apaga las estaciones de bombeo de agua lo que provoca que no llegue agua potable a las casas”.
La comida es otro tema que no se puede resolver. “La escasez llegó al 80 por ciento de los productos básicos y hay faltantes de productos fundamentales como pan, carnes o el papel toillete”, comentó la joven.
“Caracas es Caracas, lo demás es monte y culebra”
Es una frase utilizada por los venezolanos para explicar la importancia de la ciudad modelo del país que dirige Maduro. Hasta hace unos años la crisis no se reflejaba en el mundo porque la capital estaba "blindada". Pero otros lugares ya padecían la pobreza desde hace años. Según cuenta Salcedo, “Caracas concentra todo el poder y el dinero de Venezuela, era la ciudad vitrina para que nadie se vuelva loco”. Hoy eso cambió y las realidades son otras.
Sobre su familia, la comunicadora social dijo que dejó en Venezuela a sus dos hermanos (uno ya emigró a Ecuador), su madre y su padre. Es hija de profesores universitarios y destacó que “venirse a otro país es dejar de lado, tus olores, tus sabores, tu zona de confort. Es dejar una vida en otro lado para empezar otra, acostumbrándote a nuevas costumbres”.
Al ser consultada si ésta estadía es transitoria explicó que “es algo que me lo pregunto todos los días. A corto plazo creo que es imposible pensar en volver. No se puede vivir en un lugar en que no hay agua potable. En siete días tres no tenés agua”. No es fácil pensar en un proyecto de vida en un lugar como este.
Un país escapando de la crisis y la terquedad
"Hay gente que todavía apoya a Maduro pero no es la mayoría y cada vez son menos. Ésto se da porque Maduro no es respetado por ser Maduro sino por ser parte de un gobierno chavista. Lo que respetan es la bandera de Chávez tras un gobierno que no tiene rumbo".
“Es difícil irse del país y es más difícil comunicárselo a tu familia. Ellos me apoyan pero siempre queda eso de: quiero que te quedes pero es bueno que te vayas. En lo personal no es una decisión fácil agarrar una maleta, dejar todo y no saber cuando uno volverá a ver a sus afectos”, finalizó Salcedo.