Luego de 16 años, en septiembre de 2017 el Gobierno, bajo la gestión del ya eyectado Juan José Aranguren del Ministerio de Energía, decidió terminar la política de precios regulados en las naftas y dejó a las petroleras libradas al juego del mercado para establecer el valor en surtidor. Las subas comenzaron desde el 1 de enero del año pasado y llevaron el litro de súper arriba de los 33 pesos.
El fuerte impacto de los combustibles en el bolsillo de los consumidores tuvo su consecuencia y muchos buscaron refugiarse en una alternativa más económica: el GNC. Tanto es así que desde la Cámara que nuclea a los expendedores aseguran que en el último año crecieron casi 70% las conversiones de autos que se pasaron de nafta a gas.
Según los últimos datos de Enargas en agosto se registraron 15.783 vehículos que se convirtieron a GNC. Esto representa un 84% de suba con respecto al mismo mes del año pasado.
“Se nota el cambio a Santa Fe y esta nueva oleada de autos que van al gas comprimido. El año 2016 y 2017 no fueron años buenos para las conversiones. Pero este año aumentaron mucho y aparece el GNC nuevamente como una alternativa válida para el ahorro de combustible” explicó Mario Schneider de la Cámara de GNC de Santa Fe.
Por otro lado el especialista dijo que hay un mercado que no cambió y sigue siempre vigente y es el de propietarios de coches que le dan mucho uso como viajantes o taxistas. En estos tiempos con un precio de la nafta tan alto el usuario común decide poner GNC para hacer un ahorro.
Con respecto al ahorro que puede hacer un auto tipo promedio en Santa Fe se puede hacer un cálculo estimativo. Desde la Cámara que nuclea a los instaladores toman un valor promedio de las naftas en 41 pesos y un metro de GNC se consigue en la ciudad a 14,90. Esto quiere decir que un vehículo puede llegar a ahorrar 267 pesos por cada 100 kilómetros. Si se recorren 2000 kilómetros por mes que es un promedio de 60 km por día estamos hablando de un ahorro mayor a 5200 pesos.
Con respecto a la amortización del equipo Schneider explicó “que los altos precios de las naftas y el “bajo” precio del GNC pone al rubro como en sus mejores épocas. Un equipo estándar hoy en día se puede llegar a amortizar en 8 meses y la brecha entre costo y ahorro últimamente conviene más que nunca”.