LT10 - Inseguridad y violencia

Jueves 30 de Octubre de 2014 - 10:21 hs

Secuestran, golpean y roban a un chino dueño de un súper

Enzon tiene 44 años y es uno de los dueños del superchino Los Hermanos de avenida Blas Parera al 6.500 de Santa Fe. Lo golpearon brutalmente para quitarle solo 2000 pesos y luego lo arrojaron a una cuneta.

 Enzon es un ciudadano chino que nació en la provincia de Fujian hace 44 años y desde hace cinco está radicado junto a su familia en la ciudad de Santa Fe, con el supermercado Los Hermanos ubicado en la avenida Blas Parera al 6.500.

Enzon salió a caminar en la noche del martes como lo hace casi todos los días, por la avenida Blas Parera hacia el norte, y regresó a su casa cerca de la 1, y cuando estaba a punto de entrar, fue sorprendido por tres delincuentes que descendieron de un automóvil blanco o similar, y uno de ellos lo apuntó con un arma de fuego y luego comenzó a golpearlo con violencia en la cabeza. Las indelebles huellas de los golpes que recibió Enzon estaban reflejadas en los hematomas que se formaron en la parte superior de su cabeza, acompañado de un prominente chichón, y en el oído derecho, adonde perdió sangre.

La víctima narra en un español de muy difícil traducción la mortificante peripecia que le siguió a los golpes con el arma de fuego en la cabeza, y dijo: “Piña, piña, acá, acá y acá. Mucha piña”. Elocuente en la gestualidad de su rostro y con su mano derecha mostraba el tórax y las parrillas intercostales adonde recibió trompadas al por mayor, y dijo que los delincuentes le exigían: “Plata, plata, plata” y cada vez le pegaban más fuerte.

Emocionado y muy afectado

Después, Enzon, cabizbajo, se apoya en uno de sus familiares, y entonces apenas balbucea, que lo ataron con cintas como las que se usan para embalar, tanto en las muñecas como en los tobillos, lo subieron al baúl de un auto y se fueron con él con rumbo desconocido y después de muchos minutos de andar lo arrojaron en una cuneta. Enzon esperó que pase la noche tirado en una zanja, maniatado y amordazado, y cuando fue de día, asomó su cabeza hasta que vio a un motociclista, que fue quien denunció el suceso a la Policía. Eran las 9 cuando arribaron los uniformados de la Comisaría de Recreo, que liberaron a Enzon de las ataduras, y le sacaron un trozo de trapo de la boca con la que lo mantuvieron amordazado. La víctima, como pudo, y bajo un fuerte estado nervioso, hizo comprender a los vigilantes la mortificante odisea que lo tuvo como víctima de tres ladrones que solo le sacaron dos mil pesos en efectivo.

Fuente: Diario Uno Santa Fe