LT10 - Mobiliario infantil

Lunes 30 de Marzo de 2015 - 19:20 hs

Buscan prevenir accidentes con diseños más seguros

Cuatro de cada diez traumas pediátricos ocurren en el hogar, y el 38% son caídas de altura. Los expertos asesorarán a fabricantes de cunas y a 7000 pediatras. Y quieren que haya una normativa para la producción de ese tipo de muebles.

Para evitar que los más chiquitos padezcan los denominados accidentes domésticos, que constituyen la causa más frecuente de mortalidad entre niños de uno a cuatro años –de acuerdo al Manual de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP)–, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) acaba de firmar con esa entidad un acuerdo para trabajar juntos en la prevención de lesiones asociadas al uso de muebles infantiles.

Según el Registro de Trauma Pediátrico de la Argentina, "el mecanismo de trauma más frecuente de niños entre uno y 12 años es por caída de altura", que supone el 38,2% de estos accidentes. Además, cuatro de cada diez lesiones traumáticas en niños pequeños ocurren dentro del hogar.

Datos que alertan sobre la peligrosidad de cunas, cuchetas y otros muebles de los cuales bebés e infantes pueden caer. Atentos a esta realidad, el INTI y la SAP brindarán asesoramiento a la industria maderera en la fabricación de mobiliario infantil, y trabajarán en el desarrollo de una normativa que reglamente la producción de esta clase de mobiliario para hacerlos más seguro y confiable. Además, la SAP capacitará a unos 7000 pediatras de todo el país y a unos mil más de Latinoamérica acerca de los riesgos de estos accidentes, para que a su vez ellos asesoren a las madres embarazadas, para que internalicen las medidas preventivas antes del nacimiento.

El doctor Daniel Miranda es el coordinador del Comité Nacional de Prevención de Lesiones de la SAP, y explica los alcances del convenio: "Desde 2013, coordinamos los conocimientos de los expertos en el tema para establecer pautas de uso, y comercialización para prevenir lesiones en quienes son sus usuarios. El mobiliario seguro debe abarcar las camas para niños, cunas, cuchetas, armarios y cómodas. Se trata de un consenso muy importante, que demandará las normas ISO o IRAM, la calidad de los medios que se utilicen en la fabricación, el control y su regulación en materia prima, etcétera."

En los primeros años de vida, la mayoría de las lesiones suelen producirse en el hogar. Por eso el doctor Rubén Zabala, vocal titular del Comité de Prevención, señala que "en niños menores de un año, uno de los motivos que causa más muertes infantiles es el mobiliario". Las principales causas de lesiones son, según Zabala, las caídas y traumatismos, en los que cunas y andadores (cuyo uso desaconseja la SAP) suelen tener un papel protagónico.
En el Laboratorio de Muebles del Centro INTI-Maderas y Muebles de Hurlingham es posible presenciar cómo se realizan los ensayos físicos en cunas y muebles en general, con el objetivo de analizar eventuales falencias en su diseño y fabricación. En rigor, las causas de lesiones que sufren los niños tienen en su mayor parte, según afirma la Organización Mundial de la Salud, un carácter prevenible. En consecuencia, la entidad advierte sobre la necesidad de desarrollar estrategias que permitan minimizar los riesgos de accidentes.

En el laboratorio se ve un péndulo con martillo que acaba de ser usado sobre los barrotes de dos cunas ubicadas en una mesa en el centro. Ya fueron evaluadas, y una de ellas claramente no pasó la prueba de resistencia: un barrote de madera maciza se le desprendió, otro se quebró y un tercero se dobló. Sobre otra mesa descansa un moisés azul y blanco en pleno proceso de examen. Los tres objetos caen en una de las principales (y esenciales) fallas del mobiliario infantil: no traen un manual de instrucciones. No indican qué tamaño máximo debe tener el colchón que albergue, porque quizás la cuna cumple con los 60 centímetros mínimos permitidos desde la base hasta la baranda, pero si por falta de información los padres le ponen doble colchón o uno muy grueso, el niño puede llegar hasta arriba. Sin manual, tampoco puede saberse cómo se ensambla el objeto.

En el laboratorio hacen ensayos evaluativos y también asesoran a fabricantes. Es el único de su tipo en el país. Evalúan tanto un moisés y sillas altas para comer como muebles escolares. Pero el foco está puesto en las cunas, por ser éste un mercado gigante, diverso, y donde el precio no está pensado desde la lógica de la seguridad. Así lo dice Marcelo Orlievsky, coordinador del Laboratorio de Muebles: "Si te gastás 1500 dólares en una cuna hoy, no vas a estar seguro de que cumpla los requisitos mínimos de seguridad, y podés comprar una cuna barata, muy básica, que tenga mejores prestaciones."

Como no hay un Comité Normalizador de Muebles en el país, los expertos apelan a normas europeas vigentes. En Chile o en Brasil hay normativas que regulan las evaluaciones. Orlievsky explica que los barrotes de las barandas no tienen que estar separados por más de 6,5 centímetros ni por menos de 4,5, para evitar que pase por el hueco la cabeza del bebé o que quede atrapado alguno de sus miembros. A un costado, el moisés de madera MDF que aún no salió al mercado exhibe fallas con los abrojos, cuyas puntas de metal, comprobaron, se salen fácilmente, pudiendo estar al alcance de los niños.

Una de las cunas tiene al descubierto la tuerca en un espacio lo suficientemente amplio como para que entre el dedo del nene. Podría cortárselo o torcérselo. En esa cuna, además, la base de madera para poner el colchón está suelta, y hay mucha distancia entre su terminación y el respaldo. El nene podría pasar el pie por ese hueco y quedar atrapado.

Sebastián Biassi, técnico del laboratorio, acota que algunos cambios en los diseños son simples de aplicar, y no se llevan a cabo por desconocimiento. También detectaron el empleo de pintura no adecuada por su toxicidad, desaconsejan las barandas móviles y recomiendan evitar diseños decorativos como el bajorrelieve o los calados: el producto se encarece y esos huecos funcionan como una trampa para los chicos. "Le calás una lunita, el bebé puso los dedos ahí y se lastimó. Ni hablar de que todos los bordes deben estar redondeados, eso es básico. Tampoco tienen que dejar cosas colgadas, porque pueden agarrarse de ellas, incluso ahorcarse", advierten los especialistas del INTI.

En el convenio con la SAP buscarán además capacitar y asesorar a los fabricantes de muebles infantiles, aunque se trata de un mercado muy diversificado y atomizado, con dos o tres grandes marcas y un predominio de pymes y firmas artesanales. Hasta el momento, los ensayos que las empresas de muebles infantiles solicitan al INTI son de carácter voluntario. Las evaluaciones constan de tres etapas: la de seguridad ("te propongo que vayas con una cinta métrica a Palermo a ver cuántas cunas cumplen con las medidas reales necesarias; te vas a sorprender", sugiere Orlievsky); la de resistencia y estabilidad; y la tercera, de durabilidad. Para esta última necesitan una máquina que aún no tienen. Quizás este reciente convenio con la SAP facilite su obtención. En un futuro no tan lejano tal vez el usuario pueda estar avisado al comprar una cuna y la SAP la recomiende. Orlievsky concluye: "El problema es que no nos damos cuenta de que los accidentes se pueden evitar, y muchas veces no es un tema de inversión, sino simplemente de diseño". «


Potenciales peligros por toda la casa

El Manual del Comité de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría recomienda:

En el dormitorio: el material del que están hechas las cunas (maderas, metales o plásticos) no debe tener astillas ni puntas agudas. No colocar juguetes colgantes: invitan al desplazamiento y las sogas o hilos pueden generar estrangulamiento. El colchón debe ser firme y no demasiado blando porque los bebés pueden romperlos e ingerir el material con el que está hecho. Son preferibles los estantes a los cajones, que pueden aprisionar los dedos del niño. Las camas no deben colocarse debajo de las ventanas.

En el living: los desniveles deben ser identificados claramente en relación con el resto del piso. Evitar las mesas redondas con cristales y todo mueble con aristas filosas. Estantes o bibliotecas deben estar firmemente adheridas a las paredes para que, si el niño se sube a ellas, no caigan sobre él objetos o estructuras.

En la cocina: evitar que las manijas de los utensilios sobresalgan de la mesada. Evitar el uso de muebles móviles y otros que por razones decorativas llevan láminas adosadas a las maderas que terminan despegándose.

En el baño: los espejos no deben llegar al piso. Mantener siempre la puerta cerrada, al igual que la tapa del inodoro.

En balcones y terrazas: evitar que sean lugar de juego y que las barandas sean accesibles para los niños, que puedan trepen por medio de objetos cercanos a ellas. Colocar protección metálica, de soga o plástico para que los balcones queden cerrados.
En el garage: sacar a los niños fuera mientras se enfría el caño de escape del automóvil. Que las herramientas estén en caja con candados. No dejar en el piso tornillos, tuercas, etc.


Cómo debe ser una cuna

Los barrotes: no tienen que estar separados por más de 6,5 centímetros ni por menos de 4,5 centímetros para evitar que pase la cabeza del bebé o que quede atrapado alguno de sus miembros.

La baranda: tiene que medir más de 60 centímetros de alto desde la base de la cuna, sin tener en cuenta el espesor del colchón, para evitar caídas, una de las principales causas de accidentes. Las barandas móviles son desaconsejables porque sus mecanismos suelen ser peligrosos.

El diseño: evitar las decoraciones caladas o en bajorrelieve.
Instrucciones: todas las cunas deberían traer escritas sus instrucciones para armar en castellano, en un manual o en la propia cuna.


Congreso

8000 pediatras del país y de Latinoamérica asistirán al Congreso Argentino de Pediatría en Mendoza, en septiembre, donde el INTI y la SAP darán detalles del avance de la iniciativa.


Rodeado por Felices los Niños

El Centro de INTI-Maderas y Muebles, en Hurlingham, a metros del Camino del Buen Ayre, supo ocupar las 104 hectáreas de una antigua estación forestal, cuando se creó hace casi 40 años, pero durante el menemismo le expropiaron gran parte de las tierras para entregárselas a la Fundación Felices los Niños, que hoy rodea a todo el predio maderero. Es uno de los 40 centros que tiene el INTI. Capacita a fabricantes y cuenta con laboratorios, biblioteca, plantas piloto, secaderos, planta de impregnación, un laboratorio móvil que puede acercarse hasta donde esté radicada la industria, y un inventario único de todas las maderas nativas argentinas.