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La Inversión extranjera Directa (IED) en la Argentina sigue sin repuntar y durante el 2014 volvió a descender un 41%, según el último informe de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal).

Los motivos pueden ser varios: tal vez sea la falta de dólares por el cepo cambiario, o quizás la incertidumbre ante la salida del gobierno de Cristina Kirchner, o también la causa puede estar dada en los problemas en el comercio exterior.

Pero lo cierto es que el país quedó relegado en el sexto lugar de la región, con una pérdida de u$s4.689 millones de inversión respecto al 2013.

La situación para el resto de América latina tampoco es la más atractiva: por primera vez, tras de diez años de alzas, se registró una caída del 16% en 2014, a causa de la desaceleración económica y los menores precios de productos de exportación, entre otros factores.
En ese sentido, el informe de la Cepal indicó que "los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América latina y el Caribe se redujeron 16% en 2014 hasta alcanzar los u$s158.803 millones".

El estudio reveló que Brasil fue el mayor país receptor de las inversiones, pese a los escándalos de corrupción y protestas sociales que se llevaron todas las primeras planas y que podrían haber echado para atrás las inversiones de parte del empresariado.

Según informó la entidad durante el 2014 ingresaron al país brasilero u$s62.495 millones, un 2% menos que en 2013. La caída se produce luego que el Banco Central de Brasil cambió la metodología de recopilación de datos para la medición de las IED, además de la inclusión de las utilidades reinvertidas, que este país no trataba antes como inversión extranjera.

México se encuentra en el segundo lugar, con entradas por 22.795 millones de dólares, un 49% por debajo del año previo por una operación extraordinaria producida en 2013 (la compra de la cervecera Modelo por 13.249 millones de dólares y la desinversión de AT&T en 2014 por 5.570 millones de dólares).

En ese país, sólo en el 2015 se espera la llegada de inversiones por la apertura del sector petrolero al capital privado y extranjero. Asimismo la industria del motor generó un récord de inversión extranjera el año pasado, con la mirada puesta en el creciente mercado de EE UU.
Le siguen Chile, cuyas inversiones extranjeras crecieron de 19.264 a 22.002 millones de dólares, y también se convirtió en el país que más invirtió en la región. Allí empresas extranjeras siguieron apostando pese a la desaceleración económica y la incertidumbre en el empresariado tras las reformas sociales del gobierno de Michelle Bachelet.

En tanto, Colombia el cuarto destino de las compañías del exterior. El año pasado recibió 14.762 millones, apenas el 1% menos que en 2013. La siguió Perú, séptima economía latinoamericana, con 6.995 millones, con un recorte del 18%.

En el peor lugar de caída se ubica Venezuela, donde las inversiones descendieron un 88% respecto al 2013. Una de las causas tal vez pueda estar dads por la contracción del PBI que sufrió el país bolivariano el año pasado, además de las fuertes tensiones políticas que ya son casi costumbre. La situación es algo similar en El Salvador y Bolivia: en el primero las IED cayeron 53%, en el segundo 63%.

¿Cómo revertir la caída?
Para la CEPAL, las políticas de los países de la región no deberían enfocarse en recuperar los montos de inversión extranjera directa (IED) de años anteriores, sino en atraer aquellas inversiones que contribuyan a la diversificación productiva.

"Esto significa articular la IED con políticas industriales y estrategias nacionales de desarrollo basadas en la igualdad y la sostenibilidad ambiental", señaló la secretaria Ejecutiva del organismo regional, Alicia Bárcena, al presentar el informe en conferencia de prensa.
En tanto, según indicó el organismo, en el mundo, la Inversión extranjera Directa cayó un 7 por ciento en el 2014 con respecto al año anterior, aunque las entradas a los países en desarrollo aumentaron un 5 por ciento, principalmente gracias a Asia.

Factor YPF
La fuerte caída de la IED en el país, reconoce el organismo, es el último coletazo de la expropiación de YPF a la española Respsol. El efecto de la nacionalización, que se terminó de resolver el año pasado, lleva el volumen de capital extranjero en el país a su nivel más bajo desde 2009.

"El gobierno -recuerda el estudio- pagó u$s5.000 millonesa la empresa española Repsol como compensación por la expropiación del 51% de YPF y posteriormente, Repsol vendió el 12% que aún poseía". Al mismo tiempo señala: "Dado que la mayoría de las acciones volvieron a manos argentinas, en la práctica esto supuso una entrada negativa en la balanza de pagos".

Según CEPAL, la mayoría de las entradas de capitales en el país correspondieron a utilidades reinvertidas, que llegaron a 7.365 millones de dólares.

Cuando se analiza los sectores que mayor cantidad de capital extranjero atraen los recursos naturales, las manufacturas y los servicios llevan la delantera.