Gustavo Quinteros llegó a Liniers en diciembre pasado y agarró un fierro verdaderamente caliente. Es que Vélez estaba en el sótano de la tabla de posiciones y con los fantasmas del descenso cada vez más cerca. En apenas cuatro meses, le cambió la cara al equipo y lo depositó en la gran final de la Copa de la Liga Profesional.
Este domingo, en el Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero, el Fortín buscará ser campeón después de una década (lo último que ganó fue la Supercopa Argentina 2014), mientras que el DT también tendrá la oportunidad de bordar su primera estrella local.
Aunque en sus vitrinas brillan varios trofeos, todos levantados en el exterior. Si bien todavía no pudo dar la vuelta olímpica en su país, el técnico santafesino sabe lo que es gritar campeón y más de una vez en Bolivia, Ecuador y Chile.
Quinteros dio sus primeros pasos en el corralito de Blooming allá por 2005 y al poco tiempo ganó el Torneo Apertura. Cuatro años más tarde, alzó otro título local con Bolívar y a la temporada siguiente le tocó el turno de festejar con Oriente Petrolero, con el que se consagró en el Clausura y el Torneo de Invierno 2010.
Su gran trabajo lo catapultó a la selección de Bolivia, donde estuvo casi dos años y se terminó marchando en cortocircuito con la federación. Su siguiente objetivo fue Emelec y no tardó en esparcir su aura ganadora: bicampeón de la Serie A de Ecuador en 2013 y 2014.