Alumno con brotes psicóticos disparó dentro de un aula

Ocurrió en un colegio de la localidad de Pontevedra. El jefe de la Departamental informó que disparó cuatro veces contra la pared y el techo. "Tiene alucinaciones y ataques de pánico", explicó el oficial, quien dijo que "no hay heridos".

En ese lugar, y sin mediar palabras, el adolescente extrajo un arma calibre .22 y efectuó los tiros. El titular de la Jefatura Departamental de Merlo, el comisario Hugo Santillán, reveló que el agresor, que ya se encuentra detenido junto con su madre,"tenía brotes psicóticos y sufría ataques de pánico". Contó que el menor recibe tratamiento psicológico y que "tiene alucinaciones". 

Asimismo, dijo que el estudiante sacó el arma de la mochila y comenzó a disparar sin apuntarle a nadie. "No hay alumnos heridos", añadió el oficial, quien dijo que en este momento el menor permanece junto con su madre dentro de una oficina, donde ya está contenido.

"La madre dijo que el arma no es propiedad de ellos, por lo que se está investigando su procedencia", añadió Santillán. Por su parte, uno de los padres de la comunidad educativa dijo que "esto nunca había ocurrido y que al alumno se lo está tratando psicológicamente".

"Mi hijo estaba adentro del salón. Primero apuntó contra la estufa con el arma y el tiro no salió. Después disparó al techo y salió y, por último, tiró al piso... Cuando pasó esto todos salieron corriendo y fueron contenidos por las autoridades del colegio", contó el hombre.

Una madre de una de las alumnas que presenció el ataque contó que el agresor ya había amenazado "con matarlos a todos" y que disparó contra una estufa. "Siempre dijo que iba a hacer este tipo de cosas", sostuvo la mujer. Tras el violento episodio, las autoridades del colegio se reunieron con efectivos policiales, mientras que los alumnos fueron retirados por sus padres.

Los directivos del establecimiento, ubicado en calle De la Virgen 2260, convocaron inmediatamente a los padres del adolescente, que junto a su hijo fueron trasladados a la comisaría quinta de Merlo, hasta donde llegó un representante del Foro Juvenil Penal de Morón. Personal policial secuestró el arma y en el aula encontró cuatro vainas.

El relato del ataque en primera persona

Rodrigo, un compañero del agresor, señaló: "Entró callado, primero se escuchó que gatilló, pero no salieron los tiros. Y después sí, disparó. Salimos todos corriendo del aula, asustados, es un chico normal, como todos nosotros y ver eso nos causó mucho miedo".

"Yo sé que él es normal", agregó el adolescente. "A Pablo lo conozco, es un buen pibe, muy jodón como todos a nuestra edad, pero es un chico normal, se lleva bien todos, no tiene problemas con nadie. Es muy buen compañero, muy buen amigo, siempre me ha acompañado en todo. Nunca vimos nada en él que nos pudiera dar a entender que hiciera esto, que fue repentino", sostuvo.

"No tengo ningún dato de problemas familiares, no hablaba de eso con él. De la familia nunca hablamos. Él es muy callado, pero siempre saluda. Esta vez me sorprendió, pasó callado, se sentó y ocurrió lo que ocurrió. En el curso todos lo tratamos bien, lo integrábamos como uno más. Es un compañero más. Nunca lo cargamos, ni tenía apodos. Era un chico más, un compañero de todos. De bullyng no se puede hablar", añadió.

La versión del Municipio

El secretario de Educación del Municipio de Merlo, Adrián Outeda, aseguró hoy que el caso "no fue un hecho de inseguridad ni de bullying", y, si bien admitió que el estudiante "presentaba cambios en su conducta, nadie esperaba una reacción así".

El caso involucró a un alumno de 16 años, en tratamiento psicológico por ataques de pánico, que ingresó esta mañana armado a un colegio privado de la localidad bonaerense de Pontevedra, partido de Merlo, y disparó tres veces en el aula, sin herir a nadie.

"Estaba siendo tratado, pero no es un hecho de inseguridad ni de bullying, es un hecho totalmente aislado", enfatizó Outeda al hablar con la prensa. El funcionario comunal remarcó que habló "con las autoridades a cargo de las actuaciones y están todos sorprendidos. Gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas", agregó.

"No tenía problemas graves, pero sí había cambiado su conducta, aunque no para presumir un hecho de este tipo. Nadie esperaba esta reacción", añadió Outeda.