El Senado aguarda la entrada de los pliegos de ascensos militares, que históricamente son tratados entre noviembre y diciembre, pero la postergada promoción del jefe del Ejército, César Milani, todavía no tiene asegurada su aprobación y podría trabar el resto de los ascensos en esa fuerza.

Tras ser designado al frente del Ejército, Milani fue cuestionado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y diversos organismos de derechos humanos por su presunta participación en la última dictadura militar, además de ser denunciado por supuesto enriquecimiento ilícito.

Por esta polémica, en julio pasado el bloque oficialista del Senado informó que el ascenso de Milani de general de división a teniente general sería postergado hasta noviembre "por instrucción de la presidenta Cristina Kirchner".

No obstante, el Senado todavía no recibió los pliegos de ascenso de Milani ni de ningún otro militar y los tiempos ya comenzaron a acortarse.

Días atrás, el jefe del bloque oficialista, Miguel Ángel Pichetto, señaló a la prensa acreditada en el Senado, entre ellos Noticias Argentinas, que "la decisión de enviar un pliego es de la Presidenta" y agregó: "Nosotros, como bloque oficialista, acompañaremos".

Sin embargo, fuentes de esa bancada deslizaron en diálogo con NA que si el Gobierno envía nuevamente el pliego de Milani para su promoción al rango más alto del Ejército, deberá ser analizado en profundidad, pues todavía no habría consenso interno para garantizar su aprobación.

Cuando el oficialismo intentó aprobar su ascenso, a mediados de año, los aliados de Nuevo Encuentro Osvaldo López y María Rosa Díaz ya habían anticipado que no votarían a favor y también estaba en duda el voto del correntino José María Roldán, otro aliado del kirchnerismo.

Además, en los últimos días algunos senadores oficialistas esbozaron gestos de independencia, como fue el caso del misionero Juan Manuel Irrazábal, quien amagó con no firmar el dictamen para la prórroga del impuesto al cheque y terminó haciéndolo, pero en disidencia.