Se estrenó "Ricardo, una farsa" Comedia 2013 de la UNL
Continuando con la arraigada tradición, en el cierre del Argentino se estrenó la nueva producción de la Comedia UNL. Se trata de “Ricardo, una farsa”, obra dirigida por Sergio Abbate quien también trabajó en la dramaturgia junto a Verónica Bucci y Lautaro Ruatta. En escena, actúan Raúl Kreig, Rubén von der Thüsen, Alicia Galli, Camilo Céspedes y Javier Bonatti. El equipo técnico/creativo se completa con Osvaldo Pettinari (vestuario), Ariel Theuler (banda sonora), Mario Pascullo (diseño luces) y Gladis Contreras (producción ejecutiva). La obra continuará en cartelera todos los sábados de noviembre y los primeros de diciembre, en el foro de la UNL.
“Este trabajo es el resultado de una profunda investigación sobre la escritura de la obra Ricardo III de William Shakespeare”, explica Abbate. “El recorrido realizado nos permitió sacar a la luz una puerta a la farsa: la irreverencia necesaria para tratar el tema del poder hoy. La farsa, entonces, nos permite extender una mirada al abismo -multiplicar un salto al vacío- para conocer a Ricardo, un auténtico protagonista de su época”.
El director de la Comedia UNL explicó: “Me interesa esta obra de Shakespeare porque tiene rispideces, confusiones y contrastes en sí misma. Ha sido escrita en un período tardío de su producción (1594), inscripta en lo que se conoce como ‘dramas históricos’ y rescata personajes de la historia real de Inglaterra, en una época muy convulsionada, fines de la Edad Media. Es una tragedia shakespereana que hemos trabajado a través del choque del teatro isabelino y de la farsa”.
De esta manera, Abbate sostuvo que “hay pocos registros de hacer ‘farsa’ en Santa Fe, y me interesa porque es considerado como un género menor y, en ese sentido, se corresponde con cómo ha sido reconocido Ricardo, como un ser abominable con relación a otros personajes shakespereanos. Lo que quiero hacer es transgredir, siempre teniendo una fundamentación, y la condición semibastarda de la obra amerita este tratamiento”.
Finalmente, confió que lo que lo moviliza es “el desafío de pensar en cómo contar esto hoy, para que sea útil a la proyección de otras miradas posibles, que son las miradas del espectador. Para mí, el arte tiene que ayudar a mirar pero no como algo unidireccional, sino como algo que tiene que proponer y plasmar. Después la decisión de cómo veo esto, y cómo lo analizo, es tarea del espectador que tiene que ser soberano”.