Bill Ford: \\"Argentina no está mal, pero debe ser competitiva en el mundo\\"
"Que un Ford esté en Argentina, que visite la planta y sea parte de este evento es algo muy fuerte", dice un directivo de la filial local de la marca del óvalo durante el almuerzo que se realizó en el Hotel Hilton como parte de los festejos por el primer centenario de la firma en el país. "Su presencia tiene un componente simbólico tremendo", agrega, después de saborear la molleja caramelizada que sirvió como una entrada en calor.
A metros nomás, en la mesa 1, está sentado William Clay Ford Jr, más conocido como Bill Ford. Sin embargo, no se trata de apenas un personaje con apellido de fuste. Además de ser el bisnieto de Henry, pionero de la industria automotriz y de los métodos de producción en serie, es el principal accionista de la compañía y el presidente ejecutivo del directorio. Es decir, aunque la operación diaria está en manos del CEO Alan Mulally, este descendiente del creador del mítico modelo "T" maneja los destinos de la gigantesca multinacional.
Rodeado de otros funcionarios que vinieron desde Estados Unidos especialmente para la cita y de parte la cúpula local, con el presidente Enrique Alemañy a la cabeza, Bill mira la obra (que fusionaba el teatro escénico tradicional con cortometrajes proyectados en pantalla gigante) de una familia cuya historia estaba atravesada por modelos emblemáticos como el Falcon, la F-100, el Sierra o el nuevo Focus.
Llamativamente, a su derecha no se sienta un alto mando de la compañía, sino el periodista Mario Pergolini, que lleva también un impecable traje azul, código de vestimenta anunciado en las invitaciones. Los lazos emotivos del óvalo con los argentinos y el compromiso fundacional de la empresa por masificar bienes, como un auto, antes reservados sólo a una elite, son los ejes de los mensajes.
El propio Bill Ford, ya en el escenario, dirige unas palabras: "La visión de mi bisabuelo era tratar de ayudar a que la vida de la gente sea mejor, y este legado se mantiene en la actualidad, aunque enfrentamos nuevos problemas". Al rato, un batallón de mozos aparece con los lomos salseados. Mientras, a cada instante, una asistente se acerca a la mesa 1 con indicaciones ininteligibles a la distancia. Lo cierto es que Bill no llega al postre, se levanta antes de la mesa para ir al encuentro de un puñado de ocho periodistas de medios nacionales, entre ellos Ámbito.com, que lo esperan para charlar en una mesa redonda; redonda desde lo conceptual, ya que el formato geométrico de la mesa es rectangular. Y, obviamente, Ford se sienta en la cabecera.
Competitividad
El tiempo es escaso. Como era de prever, el presidente tiene una agenda apretada, con poco margen para una charla que alcanzara para repasar negocios, coyuntura y el árbol genealógico. Como también era de prever, la primera pregunta apunta al contexto argentino.
"Ford está en el país hace cien años, y en tanto tiempo hemos visto políticos de todos los espectros, políticas impositivas que han cambiado y más variaciones. Para nosotros, la situación actual no está mal, pero es importante que Argentina siga siendo competitiva a nivel mundial. Se exporta el 70% de lo que aquí se produce y por eso creemos que debe existir la mayor libertad comercial posible", señala Bill Ford.
De lo micro a lo macro, el tema pasa a la relevancia de la región para la compañía. "Sudamérica es excepcionalmente importante para nosotros. Productos globales como EcoSport y el nuevo Ka fueron desarrollados en Brasil y se van a vender en todo el mundo. Estamos usando a la región como corazón de la actividad intelectual, cuando antes era, básicamente, operaciones de manufactura y de venta", sostiene el bisnieto de Henry.
Y habla en seguida de la estrategia de comercializar sólo productos globales: "Antes, cada mercado desarrollaba sus productos, significaba mucho tiempo y dinero. Pero desde hace seis años, los equipos regionales de desarrollo quedaron conformados en un solo grupo. En consecuencia, la EcoSport puede lanzarse en cualquier país en el mismo momento. Esto significa que Argentina siempre tendrá el último modelo en cuanto a tecnología, estilo y diseño".
Bill Ford también analiza la electrificación de los vehículos y las tecnologías autónomas, aunque el cierre de la conversación se enfoca en la salida de la crisis de las automotrices norteamericanas: "el 2006-2007 fue nuestro período más difícil, desde 2009 empezamos un camino de recuperación. Este 2013 fue un gran año para nosotros, y creemos que el próximo también lo será. Estamos creciendo en todo el mundo", concluye.