Racing volvió este domingo a la victoria tras dos jornadas al vencer por 1-0 en el Cilindro de Avellaneda a un River que no abandona la malaria y que sumó una desazón más a su seguidilla negra de ocho partidos sin alegrías.

El conjunto de Reinaldo Merlo justificó su ventaja en el arranque del encuentro. Gabriel Hauche protagonizó una dudosa caída en el área que el juez Diego Abal ignoró, y a los 13, tras un tiro libre desde la izquierda de Rodrigo De Paul, Bruno Zuculini se elevó sin marca por el segundo palo para cabecear a la red. Enseguida, el mismo Zuculini definió cerca.

Recién a partir de la media hora se despertaron los de Ramón Díaz. Giovanni Simeone exigió a Sebastián Saja, quien también le ahogó el grito a Teófilo Gutiérrez, y Manuel Lanzini remató alto en otra chance.

El complemento pareció arrancar con todo cuando Valentín Viola disparó apenas desviado, pero recién sacudió la modorra Teo en el último cuarto de hora, con un tiro que se fue por arriba. En el medio, quedó claro que el anfitrión pretendía poner el partido en el freezer y la visita carecía completamente de recursos como para evitarlo.

Así, lo único que le puso pimienta al final fue la expulsión de Eder Álvarez Balanta, que vio su segunda amarilla por una falta que no cometió. De todas formas, las aspiraciones de River ya estaban perdidas desde hace rato, a juzgar por su actitud.

La Academia, aliviada, desató así su fiesta y le dejó a River un renovado traspié para profundizar su crisis.