Policía asesinó a ladrón en defensa de su bebé

Un cabo de la Policía Federal mató en un tiroteo a uno de los cuatro ladrones que pretendieron robarle el auto en el que había quedado a bordo su bebé, en un episodio de inseguridad que causó conmoción en el barrio porteño de Villa Lugano.

El asalto sucedió en la noche del martes en Araujo al 3200, de Villa Lugano, cuando el policía, destacado en el cuartel VIII de Bomberos "Nueva Chicago" del barrio de Mataderos, estaba a bordo de su auto Ford Focus gris junto con su mujer, sus dos hijos pequeños, su cuñada y sus dos sobrinos.

Según contaron los voceros consultados, el cabo estacionaba el vehículo cuando arribaron al lugar cuatro delincuentes armados en dos motocicletas, que los abordaron y los amenazaron con dispararles si no cooperaban en el atraco que tenían pensado consumar.
Las víctimas comenzaron a descender del Focus y a entregar sus pertenencias, sin oponer ningún tipo de resistencia, cuando uno de los asaltantes se sentó detrás del volante del auto y lo puso en marcha con la intención de llevárselo como parte más del botín que los otros delincuentes obtenían de sus víctimas.

Sin embargo, el policía vio que en el asiento trasero aún se encontraba uno de sus hijos, un bebé de un año y medio, por lo que decidió extraer su arma reglamentaria para impedir que algo le pasara a la criatura.

De ese modo la acción entró en una dimensión mucho más peligrosa para los protagonistas de la odisea al iniciarse un breve tiroteo durante el cual el policía hirió gravemente al ladrón que se había sentado al volante del auto convertido en el epicentro de la acción.

El delincuente herido, manando abundante sangre por el impacto recibido, sólo atinó a acelerar el vehículo que a los pocos metros de circular, seguramente por haber perdido la conciencia a causa de su estado, colisionó con la moto de uno de sus cómplices, según el detalle brindado por los informantes.

Tras el impacto, el auto se detuvo y el ladrón murió, mientras que el bebé que había quedado a bordo resultó ileso.
La acción delictiva, que pudo haber tenido un desenlace mucho peor, concluyó cuando el resto de los delincuentes que habían participado del asalto, escaparon como pudieron del lugar con rumbo desconocido. Hasta el cierre de esta edición nada se sabía del paradero e identidad de los tres malvivientes.

El policía, una vez recompuesto de la situación, se comunicó rápidamente con las autoridades para relatar la terrible situación que había tenido como testigo y protagonista a su familia.
En cuestión de minutos arribaron a la escena efectivos de la comisaría 48º, la seccional que tiene jurisdicción en esa zona de Villa Lugano.
En el lugar de los hechos, los uniformados constataron que el asaltante había fallecido y pusieron en marcha un operativo cerrojo en los alrededores en busca de los prófugos, que como quedó dicho hasta anoche no había arrojado resultados.
Mientras instruye la causa por el episodio, la Justicia dispuso la libertad del cabo al considerar que actuó en legítima defensa, tal como añadieron las fuentes