En diálogo con LT10, Mauro Federico, periodista y autor del libro “Mi Sangre: Historia de narcos, espías y sicarios”, expresó que “existe una falta de sentido común por parte de las autoridades nacionales alarmante, en relación a la lucha contra el narcotráfico. No puede ser que el ministro de Defensa y el secretario de Seguridad tengan una diferencia tan importante sobre cómo estamos parados ante este flagelo. Yo no sé cuál es la idea que tiene el gobierno sobre esta problemática”.

Además, Mauro Federico agregó que “aclarar que Argentina no puede plantar coca por su clima y sus suelos, es una verdad de perogrullo. Ahora, negar que a nuestro país ingresan toneladas de pasta bases desde Bolivia y Perú y son procesadas en nuestro país es tomarle el pelo a la gente. El propio Berni estuvo en el procedimiento en Funes donde encontraron una cocina de cocaína que producía 300 kg de cocaína al mes”.

Consultado sobre quién es Jesús López Londoño, el periodista y escritor sostuvo que “este hombre es un sujeto al que conocemos como Mi Sangre. Recordemos que Sergio Berni calificó a este hombre como el narcotraficante más importante del mundo desde Pablo Escobar Gaviria. A mí me llamó mucho la atención porque no lo teníamos registrado de tal importancia. Por lo tanto, nos pusimos a investigar con mi equipo”.

En este sentido, Mauro Federico agregó que “Jesús López Londoño es un tipo muy importante en la historia de Colombia pero no solamente por su vínculo con los cuarteles de la droga. López Londoño es un cuadro político de una agrupación de ultra derecha de Colombia que se llama Autodefensas Unidas, que fueron promovidas por los pequeños latifundistas y apañada por el gobierno nacional. Este grupo funcionaba de manera parecida a la triple AAA en argentina. Estos grupos terminaron disputando el negocio de la droga”.

“Jesús López Londoño era el nexo entre la policía, el poder político y la organización terrorista. Este tipo era el encargado de pagar los sobornos a la policía. El me dijo en la entrevista que las autodefensas eran el Estado en algunos sectores de Colombia, porque el Estado se había corrido. Este hombre llegó a la Argentina en el 2007 perseguido en su país. Espero un año el refugio político, no se lo dieron y en el 2011 retronó con documentación falsa”, subrayó el periodista y autor del libro “Mi Sangre: Historia de narcos, espías y sicarios”.

Finalmente, Mauro Federico remarcó que “la familia de Pablo Escobar se instaló en la Argentina con la anuencia de la inteligencia del Estado. Jesús López Londoño es la punta de un iceberg de una gran cantidad de colombianos. No quiero generalizar pero hay muchos colombianos que están relacionado con las organizaciones narco criminales. Se está lavando mucho dinero en la Argentina con la anuencia de las autoridades”.