Boca venció a Olimpo por 2-0 en la Bombonera y, aunque no le sobró mucho, mirá el futuro con mayor optimismo luego de otra semana con temblores después de la caída en el Amalfitani y sueña con meterse de lleno en la pelea por el campeonato.

El primer tiempo del Xeneize fue muy pobre, como su andar en los últimos tiempos. El equipo de Bianchi, que desde que llegó tiene un promedio que lo mandaría al Torneo Nacional, fue muy previsible y, ante un rival armado para aguantar atrás, eso es casi una sentencia al cero.

Sánchez Miño y el pibe Acosta fueron los que estuvieron más cerca, pero los dos perdieron ante Nereo Champagne, quien siempre da la sensación que en el cualquier momento se mandará alguna macana. Olimpo, apostado para la contra, tuvo una: combinaron Cerutti, Miralles y Gil, pero el colorado remató apenas afuera.

En el segundo tiempo, el local salió con otra actitud, arrinconó a su rival y logró abrir rápido el partido. Primero Champagne le ahogó el festejo a Acosta con una atajada sensacional, pero en la siguiente jugada desbordó Marín, desvió Erbes y Sánchez Miño tocó al gol en la boca del arco.

A partir de ahí Olimpo adelantó un poco sus líneas y, en medio de un trámite muy equilibrado, estuvo cerca del empate. Pérez Guedes se perdió un mano a mano increíble al rematar desviado y a los 38 Trípode hizo su mejor atajada desde que está en Boca, para evitar el gol de Furios. En la réplica el propio Furios bajó a Insúa en el área y Riquelme cambió penal por gol para que la fiesta sea completa.