El Gobierno reducirá los subsidios destinados al gas y el agua

Los usuarios de bajo consumo de gas pagarán $ 20 más y de alto, hasta $ 1.175. El GNC subirá 22,4%. El ahorro compensa importaciones más caras por devaluación

La preanunciada quita de subsidios a los servicios públicos comenzó por el gas y el agua. Los ministros de Economía y Planificación, Axel Kicillof y Julio De Vido, informaron ayer una reducción en los subsidios a usuarios residenciales y comercios de entre 17% y 80% en tres tramos, en abril, junio y agosto, que implicará que los usuarios afectados deban pagar en promedio entre 100% y 406% más. La poda de subsidios no alcanzará en esta ocasión a las industrias.

La reducción de subsidios será escalonada e impactará en las boletas de los próximos bimestres. En el caso del gas, la quita afecta al universo de 2 millones de usuarios residenciales y comercios y al combustible GNC. El recorte final será de 17% para los usuarios residenciales R1 (que consumen hasta 500 m3/año y son el 27% de la red) y se eleva de forma progresiva hasta el 80% para los usuarios R 3-4 (consumos superiores a los 1.801 m3/año; el 13% de la red).

Para los usuarios R1, el precio final se duplicará: pasará de los $ 20 por bimestre promedio a $ 40 en agosto, con subas escalonadas. Para los R 3-4 (usuarios con loza radiante, pileta climatizada y un elevado estándar de vida, según De Vido), la boleta se encarecerá en promedio 262% y pasará de los actuales $ 325 a $ 1.175 por bimestre.

Quedarán exceptuados de la quita de subsidios quienes logren ahorrar un 20% interanual de su consumo. Y quienes ahorren entre 5% y 20% sufrirán la mitad de la quita anunciada. El ahorro es fundamental. “Es importar menos GNL”, explicó un alto funcionario. En cadena nacional, la presidenta Cristina Fernández le puso números: “Un 1% menos de consumo son u$s 86 millones menos de importación”, dijo.

En el caso de los comercios, la quita escalonada significará una reducción de entre 3% y 12% de subsidios para agosto y aumentos en las tarifas de entre $ 0,6 y 5 al día, según se trate de locales con consumos “bajos”

o “altos”. Según De Vido, ese aumento no debería trasladarse a los precios: “Si una panadería consume $ 6 de gas al día y un kilo de pan cuesta $ 18, no es consistente que haya aumentos”, dijo.

El precio del GNC en boca de pozo también tendrá tres tandas de quita de subsidios y pasará a valer $ 0,7324 en agosto. El fluido aumentará, en este caso, un 22,4% en promedio y se trasladará a las estaciones de servicio, que suben los precios de forma constante desde comienzos de año (el metro cúbico de GNC cuesta alrededor de $ 2,50 en la Capital y hasta $ 3,70 en La Plata, por ejemplo). Hay casi 1,9 millones de autos con GNC.
La quita de subsidios al gas alcanzará a todo el país del Río Colorado hacia el norte. Quedará exceptuada la zona más fría de la Argentina.
En el caso del agua, el recorte alcanzará a los 600.000 usuarios del Área Metropolitana, clientes de la estatal AySA, y se dividirá por zonas: barrial, media y alta. Las zonas barriales, como Parque Patricios o Aldo Bonzi, tendrán una quita del 30% del subsidio, o un aumento de la factura de 170% bimestral en agosto. La factura pasará entonces de $ 30 a $ 76. Para las zonas medias (como Lanús o Colegiales), la quita será del 60% y la factura aumentará 300%, hasta $ 120 promedio. Y para las altas (Palermo o San Isidro), la quita será del 80% y la boleta subirá 406%, desde los actuales $ 32 a $ 162. En el caso de los hogares con un solo servicio (agua, pero no cloacas), la quita se subsidios será del 10%.
En ningún caso, los subsidios afectarán a los grupos familiares con ingresos menores a $ 5.200, jubilados que cobren la mínima y beneficiarios de planes sociales que se inscriban en el Registro de Usuarios Exceptuados.

Las empresas del sector se enteraron con el anuncio y todavía no saben cómo se aplicarán los nuevos valores.


Ajustar o no ajustar

En un auditorio poblado de funcionarios y aplaudidores y con chicanas a la prensa, Kicillof y De Vido insistieron en que no se trata de un ajuste, sino de una “reasignación de subsidios”. El dinero, indicó Kicillof, se destinará a financiar planes sociales, como la AUH y el Plan Progresar. Los ministros escondieron en la presentación el aumento efectivo en la tarifa.
Según Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de Energía Mosconi, sostuvo que el ahorro podría compensar el plus que debe pagar el Gobierno por el gas importado tras la devaluación. “Antes, para pagar una unidad de gas importado había que poner $ 6 y ahora, $ 8, un 30% más”, dijo.

Kicillof no quiso estimar de cuánto sería el ahorro, pero aventuró que podría estar entre $ 5.000 millones y $ 10.000 millones. Los subsidios a la energía totalizaron $ 81.405 millones en 2013 y significaron el 3% del PBI. El agua se llevó otros $ 7.167 millones. El total de los subsidios ascendió a $ 134.114 millones, o el 5% del Producto.

Según un informe de la Dirección de Estadística de la provincia de Buenos Aires, los subsidios al gas y el agua son los más inequitativos después de los del transporte aéreo. El 32,7% de los subsidios al gas de red fueron al 20% más rico de la población y sólo el 8,6%, al 20% más pobre. El 20% más rico también recibe el 42,5% del subsidio al agua y el 20% más pobre, el 5,8%.
No faltaron los suspicaces que remarcaron que el anuncio se hizo el mismo día en que el Gobierno corrigió a la baja el PBI. La economía creció 3% en 2013 y el país no pagará el Cupón PBI en diciembre.