La falta de conocimiento sobre las referencias en el rotulado de alimentos y bebidas suele generar confusiones y creencias erróneas, como pensar que es más importante restringir la ingesta de agua, en lugar de reducir el consumo de fuentes de sodio más importantes como fiambres, pan o algunos quesos.

Por tal motivo, especialistas en nutrición destacaron la importancia de prestar atención a los valores y la unidad de medida empleada para evaluar en forma correcta cada producto.

El etiquetado contiene información valiosa que, bien interpretada permite hacer elecciones acertadas, pero a menudo, la lectura rápida o incorrecta lleva a errores que pueden afectar a la salud.

"Mientras un vaso de agua mineral en promedio tiene 26 miligramos de sodio, dos rebanadas de pan lactal 10 veces más, un mignón de 50 gramos aporta casi 9 veces más o una hamburguesa 23 veces", reveló Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de Alimentación (CEPEA).

Según una investigación realizada por este organismo, el total de las bebidas y aguas que consumen los argentinos representa apenas el 3,7 por ciento de la ingesta de sodio, mientras que las aguas minerales aportan apenas el 0,16 por ciento.