Vélez goleó esta tarde por 5-1 a Gimnasia en el José Amalfitani y, con un partido más, se le puso a un punto al líder Colón. De todas formas, las cosas no fueron fáciles en el período inaugural para los de Liniers, que sufrieron por sus errores atrás y dieron cátedra de ataque en el segundo segmento.

El conjunto del Turu Flores arrancó mejor, pero después perdió la pelota en el medio y sus falencias defensivas hicieron el resto. Mauro Zárate amenazó primero sin puntería, y Lucas Romero pegó un tiro de afuera en el palo.

Por esos antecedentes, a los 21 minutos sorprendió la efectividad de los de Pedro Troglio. Maximiliano Meza envió un centro pasado desde la izquierda y Rodrigo Contreras cabeceó solo por el segundo palo, habiendo partido en offside. Así, la visita abrió el marcador y tomó confianza en el desarrollo.

Después, ante la obligación del Fortín, el Lobo encontró espacios para dominar a su antojo. Franco Mussis tuvo dos chances, en una remató alto y en la otra se topó con Sebastián Sosa, quien también apareció ante Contreras, y Álvaro Fernández disparó afuera en otra llegada. Sólo Fernando Tobio rompió la hegemonía con un cabezazo alto.

Los instantes iniciales del complemento mostraron la misma tónica: Sosa debió sacarle un mano a mano a Mussis y Gastón Díaz se lo perdió solo. Pero a los cuatro, apareció el voluntarioso Lucas Pratto para definir desde afuera por lo bajo y a la derecha de Fernando Monetti, y decretar la igualdad. Enseguida, Sosa se agigantó ante un cabezazo de Juan Blengio.

A partir de entonces, el andar del anfitrión empezó a crecer. Zárate volvió a estar cerca, y a los 22 Héctor Canteros recibió por izquierda, hizo pasar de largo a Lucas Licht y Monetti y picó el balón para un tanto exquisito. El gol enervó los ánimos triperos y, a los 24, Díaz vio la roja por una violenta falta sobre Lucas Romero, que de todas formas podría haber sido castigada más levemente.

Poco después, Blengio le cometió penal a Matías Pérez Acuña y Zárate pudo festejar su gol de penal con un tiro a la derecha de Monetti, a los 31 Mussis besó el travesaño con un disparo desde afuera y, en el cierre, el postre regaló dos frutillas. Mauro tiró un centro pasado desde la izquierda y Agustín Allione sólo debió empujarlo a los 40, y el ingresado Brian Ferreira habilitó a Allione, su definición rozó en el arquero, volvió a tomar el balón y anotó el quinto a los 43.

Vélez había pasado por todos los estados de ánimo en apenas noventa minutos, pero rió último y mucho mejor