Novak Djokovic pisó bien fuerte sobre el cemento del Masters 1000 de Miami. En la final, el serbio se impuso con total autoridad sobre el español Rafael Nadal, al que derrotó por un doble 6-3. El número 2 del mundo dio una verdadera clase de tenis sobre el 1, que nunca encontró su juego y sigue sin poder conquistar el torneo de Miami.

Luego de un primer game en el que le costó afianzarse, Djokovic empezó a prevalecer en el partido con tiros bien profundos que complicaban al número 1 del mundo. Y así fue como en el quinto game forzó el juego del español y consiguió el primer quiebre del partido. Eso lo puso de cara a llevarse el parcial, que cerró sin problemas con su servicio.

El comienzo del segundo tuvo a un Djokovic nuevamente enchufado y con el envión del primer set logró quebrar a Nadal, jugando sobre la derecha del español y aprovechando la mala tarde del número 1. Esa ventaja le dio la tranquilidad al serbio para seguir jugando desde la línea. Y de allí manejó el partido a su gusto.

Cuando Nadal sacaba 3-5 para descontar, Nole sacó ventaja de 15-40 y tras un punto largo y con definición con suspenso, el serbio se adjudicó el partido y el título. Así, también, logró superar por tercera vez consecutiva al español, que sigue liderando el historial entre ambos, pero ahora por 22-18.

Ambos habían llegado a la final en medio de una insólita situación: ninguno de los dos tuvo que jugar las semifinales, ya que sus respectivos rivales -Berdych en el caso de Nadal y Nishikori en el de Djokovic- no se presentaron a jugar por dolencias físicas.