Sin acuerdo, se agrava el conflicto de la basura y Moyano acusa al Gobierno

Del enfrentamiento retórico a la acción directa. La disputa entre Hugo Moyano y la Casa Rosada se acentuó ayer tras la amenaza del gremio de los camioneros de extender a todo el país el paro de los recolectores de residuos . La huelga ya lleva cinco días en el municipio de Quilmes por la finalización del contrato con la empresa Covelia y la incertidumbre sobre el futuro de 430 empleados.

La tensión crece, a pesar de que anoche el municipio informó a través de la agencia estatal Télam que había llegado a un acuerdo con los camioneros y que se firmaría pasado mañana en el Ministerio de Trabajo bonaerense.

El conflicto en Quilmes, donde las calles lucen hace días con montañas de basura, estalló porque el Concejo Deliberante aprobó la estatización del servicio y rechazó renovar el contrato de Covelia, que tiene vigencia hasta pasado mañana.

El municipio divulgó anoche un "principio de acuerdo" que contempla la incorporación de los 430 empleados de Covelia a la planta municipal. Además, señaló que se mantendría el salario, la categoría y la antigüedad como lo tenían en la compañía privada.

Sin embargo, este trato fue rechazado tajantemente por el sindicato. "No existió ninguna reunión ni hubo ningún ofrecimiento. Cualquier propuesta es virtual. Son chicanas", dijo a LA NACION Marcelo Aparicio, número tres de los camioneros y responsable de la rama de recolección de residuos. Aparicio anoche estaba acampando en la sede municipal junto con otros militantes.

Hubo ayer otro incidente que avivó la tensión. Según el gremio, dos personas intentaron incendiar un camión y un colectivo que bloqueaban los accesos al municipio. Esto derivó en un enfrentamiento a golpes con los militantes camioneros. Intervino la comisaría 1a de Quilmes y hay dos detenidos.

Tras el episodio, Moyano responsabilizó en un comunicado al "gobierno municipal, provincial y nacional" de cualquier otro altercado de ahora en adelante.

En medio de la escalada, intercedió ayer el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. "El sentido del gobierno provincial es estar al lado de los intendentes para facilitar y acompañarlos en sus decisiones. La empresa tiene que entender y el gremio tiene que ayudar", dijo el mandatario, quien tomó otra vez distancia de Moyano, a pesar de tener nexos con su hijo Facundo por el canon de las autopistas provinciales.

Decidido a reducir los casi $ 10 millones mensuales que gasta en el servicio, el intendente de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez, quiso rescindir el vínculo con Covelia hace ya dos años. Por entonces, se produjo un tironeo similar al de estos días y se acordó prolongar el contrato hasta el 5 de mayo de 2014. Hoy, ya con el aval del Concejo Deliberante, el jefe comunal avanza firme en su plan de estatizar el servicio. Así, se ahorraría entre un 30 y un 35% del presupuesto destinado a la basura, reconocieron a LA NACION desde el municipio.

Sin embargo, el intendente negó ayer que los 430 camioneros vayan a perder su empleo o que vayan a percibir un salario inferior. "Los trabajadores no pierden su puesto de trabajo porque nosotros estamos dispuestos a sumar a todos los empleados de Covelia con salarios acordes con la actividad. Pasan de una empresa privada a una del Estado", dijo Gutiérrez. Su declaración fue antes de informar el supuesto acuerdo con el sindicato.

Pero en el gremio de los Moyano desconfían del compromiso de Gutiérrez. Aparicio, quien estuvo en todas las negociaciones, relató: "El vocero del municipio dijo en el ministerio que ellos tenían su gente y que no iban a tomar a nadie".

Y Pablo Moyano, el número dos del gremio, también salió al cruce: "Éste [por el intendente], que se hace el revolucionario, el zurdito nacional y popular, no puede permitir que les bajen el sueldo a los trabajadores. Los empleados son vecinos de Quilmes, no son extraterrestres".

Los recolectores de residuos que están contratados bajo el convenio 40/89 de los camioneros perciben un salario de entre $ 9000 y 12.000. En caso de ser empleados municipales, deberían cambiar de convenio y el sueldo podría ser menor, según informaron a LA NACION.

Tras advertir que la decisión del municipio de estatizar la recolección de basura podría provocar "muertos", Pablo Moyano viajó a Italia por compromisos del Club Camioneros.

Regresará pasado mañana, aunque a la distancia envió una orden: mantener el acampe frente al municipio quilmeño a la espera de una resolución. Anoche, sus adherentes seguían allí