Villa Gesell: uno de los hijos de la artesana habría presenciado el crimen, pero está en shock

 "Cierren todo", le dijo Cynthia Filippone a sus hijos de 5 y 9 años cuando ingresó a la casa que alquilaba junto a su pareja en la localidad atlántica de Villa Gesell. La autopsia determinó que unos instantes antes había recibido dos estocadas, probablemente de un cuchillo pequeño que empuñó alguien que sabía lo que hacía. Tenía un corte pequeño en la cara y otro más profundo en el cuello.

El mayor de los niños habría presenciado la escena, pero según el fiscal Edgardo Lizarraga, “está en estado de shock”. Su testimonio podría poner fin a lo que el funcionario definió como un caso “muy extraño”.

La hipótesis de un homicidio en ocasión de robo está casi descartada. Ayer los investigadores allanaron la vivienda, que tiene un cartel grande con el nombre “La Jardinera” en su frente, ubicada en las calles 111 y 6, y no encontraron ningún faltante. Por eso el fiscal instructor dijo que “no cierra” la idea de que el asesino y su víctima no se hayan conocido.

Además del testimonio del menor (“no lo quiero presionar”, dijo el fiscal), los investigadores tienen dos pistas en la mira. La primera es una alpargata que encontraron en un rincón del parque de la casa, que podría haber dejado el asesino en su huida.

Por otro lado, trascendió que según la autopsia, la mujer, que atendía un puesto de artesanías, se habría defendido. El fiscal cree que el pelo que halló bajo sus uñas sería de ella, por el color de la tintura, pero no descarta que haya material genético de su agresor. Además, habría restos de sangre en una reja de la vivienda vecina.

"En principio parecía no haber habido signos de defensa, pero sí había. En la autopsia surgen algunas heridas en las manos que tienen que ver con haber intentado parar el ataque. Al haber una situación de defensa, pudo haber rasguñado al agresor", analizó Lizarraga.

"Es un hecho muy extraño, esta mujer aparentemente no tenía problemas con nadie, no tenía ninguna clase de conflicto", le indicó a un canal de noticias el fiscal, que espera los resultados de los entrecruzamientos telefónicos del celular de la víctima. También sostuvo que el incidente fue "un acometimiento con la intención de matarla, la fueron a buscar para matarla".

La mujer estaba en pareja con un hombre, que a su vez tiene un hijo de 22 años de una anterior relación, Simón, el cual vivía con ellos. Ambos se encontraban ausentes de la vivienda en el momento del hecho y por ahora son considerados en la causa como testigos.

Pese a que Simón, quien vive en una propiedad adyacente, tenía una mala relación con Filippone y es un paciente psiquiátrico, los investigadores pudieron corroborar que se encontraba en otro lugar en el momento del ataque.