El destino lo quiso así. Uno de los grupos más parejos e impredecibles de la Copa del Mundo sería el C, en el que también participa Colombia (goleó antes contra Grecia). Para cerrar la actividad del día, en el Arena Pernambuco de Recife, chocaban dos elencos que tenían como única intención dar el golpe para soñar con avanzar: Costa de Marfil y Japón.

Los elencos africanos vienen insinuando desde hace mucho, sobre todo "Los Elefantes", pero nunca lograron estar a la altura. Si bien tienen entre sus filas a varios futbolistas importantes en las mejores ligas, tales como Yaya Touré y Didier Drogba, nunca lograron pasar la primera ronda (esta es su tercera participación en una Copa del Mundo). Los "Nipones", por su parte, atraviesan un cambio de estilo desde el arribo del italiano Alberto Zaccheroni en 2010. El experimentado DT, si bien conservó la verticalidad y la predisposición de correr para cubrir todo el campo de juego de los japoneses, le imprimió su sello al tener líneas más compactas e intentar resguardar el arco.

Bajo este contexto salieron los protagonistas al campo de juego, sin prisa y con la intención de ano arriesgar demás de entrada. Y mientras los elencos aún se estaban acomodando, apareció el volante del Milan, Keisuke Honda, para despacharse con un zapatazo y dejar sin reacción a Barry.

De esta manera, eran los \\'Samurais Azules\\' los que lograban desequilibrar en un encuentro que tenía a los asiáticos apostando por los disparos a distancia y a los africanos dependiendo demasiado de las individualidades de Gervinho y los tiros libres ejecutados por Yaya Touré. Lo cierto es que no sucedó mucho más durante la media hora restante y los japoneses se fueron al descanso con la mínima ventaja a favor ante un Costa de Marfil sin reacción.

En el complemento la situación comenzó a cambiar recién cuando el técnico Lamouchi decidió que ya no tenía lógica mantener a Drogba en el banco y lo mandó a la cancha pasado el cuarto de hora. Su sola presencia pareció atemorizar instantamente a los nipones, quienes lo dejaron manejarse a su antojo. Si bien Didier no pudo anotarse en el marcador, con su ingreso se motivaron todos los \\'Elefantes\\' y dos minutos más tarde lograron emparejar el marcador gracias a un centro desde la derecha que conectó de cabeza Wilfried Bony.

Lejos de dormirse en la algarabía de haber igualado, los africanos tomaron rápidamente el balón y fueron hasta la mitad del campo para reanudar el juego enseguida e ir en busca de más. Costa de Marfil estaba envalentonado y no tenía en mente dejar escapar dicha motivación. Así es que repitió la maniobra: desborde por derecha y centro al área para que esta vez sea Gervinho quien la empujara de cabeza al fondo del arco. Entonces sí, con el marcador ya dado vuelta desataron el masivo festejo.

Un baldazo de agua fría recibieron los asiáticos, que no sólo se mostraron faltos de respuestas físicas sino también carentes de ideas como para poder salir adelante. Por más que intentaron, ya prácticamente ni siquiera pudieron hacerse del balón, que terminó casi en completo poder de los africanos.

Lamouchi luego movió las piezas necesarias como para cuidar la ventaja y así fue que se esfumó el debut con un triunfo que ilusiona a los africanos con hacer historia y poder superar por primera vez la fase de grupos. Será el próximo jueves cuando se reanude la acción de la zona, con los ganadores del día midiéndose entre sí y haciendo lo propio los perdedores: Costa de Marfil irá con Colombia y Japón ante Grecia.

FORMACIONES:

Costa de Marfil: Barry; Boka, Aurier, Tiote, Bamba; Serey, Zokora, Yaya Touré; Gervinho, Salomon Kalou y Wilfried Bony. DT: Sabri Lamouchi.

Japón: Kawashima, Uchida, Yoshida, Morishige, Nagatomo; Hasebe, Yamaguchi, Keisuke Honda, Kagawa; Osako y Okazaki. DT: Alberto Zacheroni.

Estadio: Arena Pernambuco (Recife)

Árbitro: Enrique Osses (Chile)