Real Madrid y Atlético definirán la Liga de Campeones en el estadio Da Luz de Lisboa desde las 15.45, en lo que será uno de los clásicos españoles más recordados de la historia. El Merengue busca la décima corona, mientras que el conjunto de Diego Simeone quiere alzarse con el trofeo por primera vez.

El equipo comandado por Cristiano Ronaldo tiene la posibilidad de lograr el sueño de todos los hinchas madridistas que se negó en los últimos doce años, en los cuales no pudieron acceder a ninguna final. Justamente, el portugués tendrá una cita con la gloria en una cancha que le trae malos recuerdos. Allí perdió la final de la Eurocopa con su seleccionado ante Grecia en 2004. Hoy, el astro intentará cambiar la imagen de la joven promesa inmersa en lágrimas por la leyenda del deporte coronándose campeón.

En el otro bando, el entrenador argentino Diego Simeone intentará romper todos los récords ya que la temporada pasada se coronó en la Copa de Europa y en la Copa del Rey (al vencer a su clásico rival) y este año logró levantar el trofeo de la Liga después de 18 años. Ahora, el Colchonero irá en busca de su primera Copa de Campeones, esa que se le negó en 1974 frente al Bayern Munich en un partido desempate

El Real, máximo campeón de la Champions, desmitificó la afirmación "siempre ganan los alemanes" al eliminar a Schalke 04, Borussia Dortmund (verdugo del año pasado) y Bayern Munich (último campeón). El mentor de estas victorias es Carlo Ancelotti, quien podría levantar la Orejona por tercera vez y alcanzar a Bob Paisley, del Liverpool, como los técnicos más ganadores. El Atlético por su parte llega a la cita máxima luego de superar a varios pesos pesados como lo son Milan, Barcelona y Chelsea y ahora quiere cargarse a su eterno rival. En el banco, el Cholo tiene la posibilidad de transforme en el tercer entrenador argentino en conquistar el torneo.

Solo una vez dos equipos españoles llegaron a la final: fue en el 2000 cuando El Merengue venció al Valencia. Será una final de la Copa de Campeones inolvidable, un clásico que quizás jamás se vuelva a repetir. Un duelo único, donde solo uno se quedará con la gloria. Una cita con la eternidad, el destino de millones en sus pies.