El primer objetivo ya estaba cumplido. El ascenso era la meta primordial, pero Banfield merecía cerrar la gran campaña con el título. Para eso había llegado la ayuda desde Pergamino, donde Douglas Haig goleó a Defensa y Justicia y le dejó el camino liberado al equipo de Almeyda.

Enfrente estaba el ya descendido Talleres, que ya sin presiones jugó mucho mejor de lo que venía mostrando en sus últimas presentaciones. De hecho los cordobeses le pusieron suspenso a la tarde cuando llegando a la media hora de juego, el juvenil Cristian Pavón madrugó a la defensa local y con un remate cruzado puso el 1-0.

El local tenía la pelota y las situaciones pero no lograba revertir el resultado, hasta que a los 26 del segundo tiempo apareció Santiago Salcedo para marcar el 1-1 y darle un poco de tranquilidad a la gente de Banfield. Impulsado por el gol de empate fue el Taladro en busca de más, y tras un horror defensivo en una salida del fondo, SaSa buscó el arco de primera, Costa dio rebote y apareció Nicolás Bertolo para empujarla adentro y desatar la locura en el Florencio Solá.

Los últimos minutos transcurrieron sin sobresaltos para el local, y el pitazo final de Jorge Baliño marcó el final del paso de Banfield por la segunda categoría del fútbol argentino. Luego de dos temporadas, el Taladro vuelve a la A.