Prorrogaron por un año el acuerdo automotor con Brasil
Se acotó la meta de intercambio, pero su incidencia sería nula.
Con el contexto de una industria automotriz en crisis, la Argentina y Brasil firmaron ayer la prórroga por un año del pacto automotor que vencía el próximo 1° de julio, lo que les permitió postergar la discusión de varios de los temas más sensibles. Los dos países también acordaron un nuevo valor para el "flex", que regula los montos del intercambio automotor libre de aranceles. Sin embargo, en el sector advierten que ese nuevo valor no modificará la situación actual del comercio bilateral.
La prórroga del convenio fue acordada en la tarde de ayer por el ministro de Economía, Axel Kicillof; la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Mauro Borges. "Recuperamos la forma de regular el comercio y le dimos horizonte y previsibilidad", remarcó Giorgi. "Lo que importa es el volumen de comercio entre ambos países y el flex acordado favorecerá un flujo pleno", destacó Borges.
"Lo que hace este acuerdo transitorio es patear la pelota para adelante", dijo el director de la consultora abeceb.com, Dante Sica. En su opinión, el único tema de fondo que se definió en el encuentro de ayer fue el nuevo valor del "flex", mientras que otros temas sensibles, como los requisitos de integración regional, se definirán en los próximos doce meses.
El flex define el monto (en dólares) de autos y autopartes que Brasil puede exportar a la Argentina sin pagar aranceles por cada dólar que la Argentina exporta a Brasil (y viceversa). En junio de 2013 venció el flex de 1,95; desde entonces rige una suerte de libre comercio de facto. Para reducir su déficit comercial con Brasil, la Argentina pretendía llevar el flex a un valor cercano a 1,2. El año pasado, el país registró un rojo de US$ 2800 millones en su intercambio de autopartes con el socio del Mercosur. De hecho, Kicillof señaló que los autos que se producen en la Argentina tienen, en promedio, un 45% de partes brasileñas. Ayer ambos países acordaron bajar el flex a 1,5. Al respecto, Sica advirtió que "en los últimos años el flex observado siempre estuvo entre 1,3 y 1,4 [es decir, no alcanzó el tope permitido]", por lo que un flex de 1,5 no restringiría el comercio.
Tras la firma del convenio, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) envió un comunicado de prensa en el que el presidente de la entidad, Enrique Alemañy, señala que cerca del 50% de la producción local de autos se dirige a Brasil, por lo que considera "importante" haber alcanzado el acuerdo transitorio que, en su opinión, "asegura la continuidad del flujo de comercio y establece el compromiso para continuar trabajando en el desarrollo de un nuevo acuerdo de largo plazo".
Los sectores privados de ambos países se comprometieron a garantizar una participación de mercado mínima de los autos argentinos en el mercado brasileño (11%) y de los autos brasileños en el mercado local (44%). Sica se mostró escéptico, ya que, en su opinión, las terminales de un país no van a limitar su producción para garantizar la participación de mercado de las fábricas del país vecino.
Respecto del impacto que el acuerdo transitorio puede tener sobre la producción automotriz local, Sica dijo que el acuerdo no va a tener incidencia sobre los flujos de comercio de este año, sujetos a la alicaída demanda en ambos países. Sin embargo, cree que en el mediano plazo el acuerdo puede ayudar a atraer inversiones hacia la región