Los jóvenes israelíes asesinados fueron enterrados juntos en Modín

 "Hoy es un día que enluta a la nación", dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu durante el multitudinario funeral realizado en la localidad de Modií­n, donde fueron enterrados los tres jóvenes.

"El abismo moral que nos separa de nuestros enemigos es profundo y amplio", señaló el premier, quien agregó que "ellos (los asesinos) veneran la muerte y nosotros, la vida. Ellos veneran la crueldad, nosotros, la piedad. Este es el secreto de nuestra fuerza, también es la base de nuestra unidad".

Poco después, visiblemente emocionado, el presidente israelí­, Simón Peres, dijo que el terrorismo "es como un bumerán, va dirigido contra nosotros, pero al final alcanza a los que lo impulsan".

El gobierno de Israel responsabiliza al Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, aunque el grupo que controla la Franja de Gaza no reivindicó el secuestro -que tuvo en vilo por semanas a Israel-, ni el crimen de los adolescentes.

Antes de ser enterrados en Modiín los funerales de Eyal Yifrach, de 19 años, y Gilad Shaer y Naftalí­ Frenkel, ambos de 16, se realizaron a primera hora de la tarde de forma individual en sus respectivas localidades de residencia, Talamón, Nof Ayalón y Elad, informó la agencia de noticias EFE.

También en cada una de esas localidades, miles y miles de israelí­es colmaron los actos, en los que participaron ministros del Gobierno quienes aseguraron a coro que los culpables "serán castigados".

"Eyal, Gilad y Naftalí­ fueron secuestrados y asesinados por unos desalmados sólo por el hecho de ser judí­os. Fueron asesinados a sangre frí­a por aquellos que enarbolan la bandera de una guerra de desgaste diaria contra nosotros", dijo el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, en alusión a Hamas.

Según Yaalón, Israel "no descansará hasta llevarlos (a los secuestradores) ante la justicia", promesa similar a la realizada por el ministro de Educación, Shai Piron, en otro de los actos.

En tanto, presionado por el ala derechista de su Gobierno, Netanyahu, se enfrenta al espinoso dilema de encontrar una respuesta lo suficientemente contundente ante el crimen, pero sin provocar un conflicto armado de proporciones incontrolables en una región ya convulsionada.

Las opciones que baraja el gabinete de seguridad van desde acciones menores de castigo hasta una nueva ofensiva contra la Franja de Gaza, donde está el liderazgo del movimiento Hamas.

"La pregunta que analizaron los ministros no es si habrá respuesta, sino cuál será su magnitud" afirmó hoy Yoav Limor, comentarista de asuntos militares del diario Israel Hayom.

Hoy, antes de ingresar a una reunión del gabinete de seguridad -la segunda del día- para evalúa el tipo, tenor y magnitud de la respuesta a tomar, Netanyahu advirtió que su gobierno no se detendrá "hasta encontrar al último de ellos".

Poco después de conocido el crimen los milicianos islámicos lanzaron un cohete contra el sur de Israel, que no causó ví­ctimas, mientras la Fuerza Aérea y la Armada israelí lanzaron desde anoche 34 ataques, 13 de ellos cerca de Gaza, contra objetivos de Hamas y otros grupos radicales.

Desde que los estudiantes desaparecieran cerca de la ciudad palestina de Hebrón, el 12 de junio pasado, la tensión aumentó en Gaza, y milicianos palestinos lanzaron más de 60 cohetes, a los que Israel respondió con ataques en los que al menos murieron seis personas, entre ellas un niño palestino de siete años.

Anteayer, Israel demolió en Hebrón las casas de Marwan Qawasmeh y Amer Abu Aisha -ahora fugitivos-, dos palestinos presuntos miembros de Hamas, a los que Israel acusa de haber llevado a cabo el secuestro y el triple asesinato.

En medio de la congoja nacional, medios israelíes publicaron hoy la llamada de auxilio a la policía realizada poco después de ser capturado por Gilad Shaar, uno de los tres jóvenes israelíes secuestrados y asesinados.

"Me secuestraron", se escucha susurrar a Shaar, de 16 años, al inicio de la grabación, lo que deja paso a algunos gritos y una voz con acento árabe que advierte: "¡La cabeza abajo!¡Las manos abajo!". Y después se oye un ruido de lo que parecen disparos.

A los medios se les había prohibido hasta ahora publicar la grabación, parte de la cual todavía sigue sin poder emitirse.
Los policías que recibieron la llamada pensaron al principio que se trataba de una broma, lo que retrasó el inicio de la operación de búsqueda.