Arturo Pinto afirma que “transcurrió mucho tiempo pero es la lucha de muchos”. El sacerdote es el único sobreviviente del atentado al obispo riojano.

En declaraciones a LT10, Pinto dijo que “ese día se había decidido que yo lo acompañe a Angelelli, Siempre manejaba él pero siempre lo acompañábamos. Habíamos emprendido el viaje después de almorzar hacia la capital, él quedaba ahí y yo me iba a Aimogasta donde residía. Era pasada la siesta, no había tanto tránsito y viajábamos en una velocidad normal. No voy a decir distendidos porque la situación era grave. Temíamos por la vida del Obispo ya que había sido amenazado. De repente un segundo vehículo nos alcanzó y nos cerró al paso provocando aquello que fue fatal”.

Pinto contó que llevaban una documentación recolectada que desapareció y “era muy importante para esclarecer el atentado”.

“Se sentía solo dentro de la Iglesia. Él lo manifestó públicamente en la carta a Monseñor Zaspe. Para él era un sufrimiento cada vez que iba a la Conferencia episcopal”, apuntó.

Consultado por los años que pasaron para que se haga Justicia por la muerte de Angelelli, Pinto señaló que “stá a la vista que no solo hubo ejecutores, instigadores, sino complicidad. Esto es parte de la verdad. Lo que queda por investigar es cuánta complicidad hubo. Han quedado civiles sin juzgar, sin que la Justicia llegue y que fueron cómplices”.