Bronquiolitis: una amenaza de invierno

En junio y julio se produce el pico de esta enfermedad, así como del resto de las patologías respiratorias, por lo cual es necesario que los papás estén atentos a tomar recaudos para evitar contagios.

La bronquiolitis es una de las principales amenazas para la salud de los menores de dos años, la cual en algunos casos puede llegar a poner en riesgo su vida. En junio y julio se produce el pico de esta enfermedad, así como del resto de las patologías respiratorias, por lo cual es necesario que los papás estén atentos a tomar recaudos para evitar el contagio.

Si bien no puede prevenirse, sí hay medidas de protección para los pequeños, especialmente proporcionar condiciones higiénicas que eviten su contacto con virus y bacterias. La bronquiolitis se produce por la inflamación y obturación de los bronquiolos que comienza con una infección leve de las vías respiratorias superiores cuyos síntomas suelen ser resfrío o catarro, tos y a veces fiebre; puede estar acompañado de irritabilidad, náuseas o vómitos que pueden provocar deshidratación y excesiva somnolencia. Afecta mayormente a los menores de dos años y dentro de este segmento los más vulnerables son los bebés de menos de seis meses. Si bien en alrededor de 70 a 85% de los casos el responsable es el virus respiratorio sincicial (VRS), otros como el adenovirus, la influenza y la parainfluenza también pueden provocarla. Según la Organización Panamericana de la Salud, aproximadamente 10%de los lactantes presentan esta enfermedad en el primer año de vida, mientras que 1 a 2% requiere internación.

Como medida fundamental, hay que impedir que el virus circule y que entre en contacto con el pequeño. En este sentido, las medidas higiénicas serán beneficiosas para personas de todas las edades, de manera tal de evitar la circulación de enfermedades respiratorias en general. Los principales puntos a tener en cuenta son que el niño esté bien alimentado, que haya tomado la teta de ser posible, que esté adecuadamente abrigado, que no esté en lugares con acumulación de virus y encerrado con gente enferma.

Es que el VSR se transmite generalmente por contacto directo con secreciones nasales de individuos infectados o la aspiración de sus gotitas de saliva aerosolizadas a través de los estornudos y la tos. Entre los principales factores de riesgo se cuentan la exposición al humo del cigarrillo (fumador pasivo), ser menor de seis meses, vivir en condiciones de hacinamiento, no ser amamantado y nacer prematuramente, antes de las 37 semanas de gestación. Quienes los presentan incrementado son los desnutridos, prematuros o con déficit inmunológico. Para destacar

En caso de que el niño presente piel morada debido a la falta de oxígeno (cianosis), dificultad respiratoria, que incluye sibilancias y falta de aliento, tos, fatiga, fiebre, los músculos alrededor de las costillas se hunden a medida que el niño trata de inhalar (llamado tiraje), las fosas nasales del bebé se ensanchan al respirar o respiración rápida (taquipnea), debe llevarlo al pediatra para su diagnóstico y tratamiento.